El investigador Joaquín Ruiz, del blog Os Monegros, ha abierto los actos de Semana Santa en Sariñena, haciendo gala de su pasión por la historia y tradiciones del territorio. De hecho, a través de la lectura del pregón, ha repasado la trayectoria de las cofradías surgidas en la villa a lo largo de los años, así como la historia de la propia remontándose al año 1630.
El monegrino también ha expresado su agradecimiento a la Cofradía de la Sangre de Cristo por su nombramiento como pregonero y ha hecho especial mención a las fallecidas, René Noguera y Marga Trallero, por su trabajo y contribución al mantenimiento de la vida cultural de Sariñena.
Antes de la lectura del pregón, ha tenido lugar la celebración religiosa, a la que mañana seguirá la misa y procesión de Domingo de Ramos, con la bendición en la Plaza Mezín.
El Martes Santo, la procesión del Encuentro cambiará su recorrido. Debido a las obras de remodelación de la Plaza España, el paso del Nazareno irá por la calle Rafael Ulled y el paso de la Dolorosa, por la calle Castillo Bajo y la Ronda San Francisco, teniendo su encuentro en la Plaza Rebolería. El Jueves Santo, tendrá lugar a las 19.00 horas la celebración religiosa y, a las 00.00 horas, será la Rompida de la Hora.
La procesión de Viernes Santo será a las 20.00 horas con la celebración del Vía Crucis y el Domingo de Resurrección, día 31, tendrá lugar la procesión y Misa de Pascua.
La iglesia de El Salvador se convierte estos días en un lugar de encuentro para celebrar la fiesta cristiana que recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y, como ha apuntillado el pregonero durante su intervención, «en Sariñena estremece el silencio, roto al golpear los bombos y la serenidad de los pasos, embriaga la pasión, el palpitar de la marcha de la Semana Santa sariñenense».
Pregón de Semana Santa de Joaquín Ruiz:
(…) Villa de Sariñena, antiquísimo lugar a orillas del Alcanadre, la Isuela y las tímidas aguas de nuestra querida laguna. A toda su historia, llena de entresijos y ausencias, de una Sariñena desaparecida y destruida, pero que también vibra a través de sus tradiciones y sus gentes, de esos tambores que vuelven a redoblar cada semana Santa, a procesionar por sus calles y a romper la hora, cornetas y trompetas y cofrades de la Sangre de Cristo. Estremece el silencio, roto al golpear los bombos y la serenidad de los pasos, embriaga la pasión, el palpitar de la marcha de la semana santa sariñenense.
Se hunden las raíces en la profundidad de la historia, en los misterios de los tiempos, de pretérita villa sobre yacimientos y culturas que nos precedieron. Templo que se asienta en lo antiguo, hay quien habla sobre una mezquita, y en los materiales de una vieja atalaya mora.
Sariñena se remonta a tiempos inmemoriales, pero sin duda, la actual iglesia se asienta en el solar de la anterior colegiata de Sariñena, iglesia colegial desde el año 1630. Javier Martínez Molina, en su tesis doctoral, la describe de dos naves, similar a la parroquia de Lanaja, más grande pero que se hallaba en mal estado (…)
Ante aquel deterioro, en 1790 el concejo sariñenense solicita la construcción de una iglesia de nueva planta (…) El proyecto de reforma es realizado por Agustín Sanz, discípulo de Julián Yarza Ceballos y Ventura Rodríguez, quien en 1792 y 1793 traza los planos del nuevo edificio de la futura colegiata de Sariñena. Los planos mostraban un ancho templo de tres naves notablemente simétricas tanto en sentido longitudinal como transversal, con un breve crucero en el centro rematado en cúpula con linterna. La torre, quedaba adosada al presbiterio. Mientras, el retablo mayor era de claras líneas y gustos neoclásicos.
(…) En 1795 el Concejo da orden de inicio de las obras, derribando completamente la antigua colegiata. Los cimientos se tuvieron que ahondar más de lo previsto y en 1800, para abaratar costes, la cara piedra se sustituye por ladrillo. La obra se realiza a pesar de las quejas de la mala calidad de los materiales y la malversación de caudales y en 1808 la guerra de la Independencia paraliza las obras.
(…) El Diccionario de Historia Eclesiástica de España apunta cómo a inicios del siglo XIX, Sariñena es una de las dieciocho colegiatas existentes en Aragón. Rango de colegiata que perdió a raíz del célebre Concordato de 1851 entre España y la Santa Sede, que supuso la reducción de la mayoría de las colegiatas a simples parroquiales.
Durante la guerra, parte de sus archivos se destruyeron al igual que el antiguo retablo, imágenes, figuras o la sillería del coro y otras pertenencias de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.
En 1949 se presupuestaron los arreglos de la Iglesia Parroquial El Salvador y la construcción de la Casa Rectoral. Regiones devastadas aborda el arreglo y la reforma de la iglesia parroquial del Salvador de Sariñena. El retablo destruido fue sustituido por un retablo realizado por los hermanos Albareda. Son tablas que imitan los estilos gótico, renacentista y barroco, destacando por su riqueza iconográfica y material el Retablo Mayor (…) A su vez, se construye una nueva torre y con el tiempo se incorporan tres campanas, se instala el órgano y se cierra el pórtico, anteriormente abierto y sellado con unas fabulosas verjas.
Con la colegiata de San Salvador de Sariñena, Agustín Sanz abrazó la nueva estética neoclásica, de la que fue uno de sus principales difusores en Aragón, siendo considerado el mejor arquitecto aragonés de la ilustración. La iglesia parroquial de Sariñena, ex colegiata, responde a un extraordinario templo neoclásico, a pesar de su inconclusa fachada (…)
Afortunadamente no todo se perdió y existe documentación de nuestra parroquia en el archivo diocesano de Huesca y en el archivo provincial de Huesca. En este último, se encuentran los libros de diferentes cofradías de la Villa de Sariñena y, a través de ellos, podemos aproximarnos a parte de su historia.
Responden a los libros de actas con sus respectivos“Estatutos y ordinaciones de la cofradía”. Estos detallan las funciones de las cofradías, la entrada de cofrades, hijos y mujeres, las misas del santo y otras misas, procesiones, difuntos, limosnas, el cobro de penas, la selección de mayorales o la compra de velas. Además, se detallan los miembros de la cofradía y se reflejan las cuentas de la misma.
Algunas de las cofradías documentadas fueron instituidas en la Iglesia Colegial de Sariñena, otras en el convento de San Francisco y únicamente la de Santa Lucía en la iglesia de San Miguel del convento de religiosas Carmelitas de Sariñena.
La cofradía más antigua, de la que hay constancia, responde a la cofradía de los gloriosos San Crispín y San Crispiniano, según cita un antiguo libro correspondiente al año 1501.
Mientras, un siglo más tarde, se constituye la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad en el convento de San Francisco de la villa de Sariñena (…); la Cofradía de la Gloriosa Virgen y Mártir Santa Quiteria, fundada en la iglesia parroquial de Sariñena; la Cofradía de San Antonino Mártir instituida en la Iglesia Colegial de Sariñena; la Cofradía de San Antonio Abad; la Cofradía de San Antonio de Padua; la Cofradía de Nuestra Señora del Pilar de Sariñena, instituida en la Iglesia Colegial del Salvador de Sariñena y que se venera en su altar; la Hermandad de Nuestra Señora de las Fuentes, y la Cofradía del Señor San Blas, fundada en la iglesia colegial de la villa de Sariñena (…); la Cofradía del Patriarca San Joaquín, fundada en la iglesia colegial de la Villa de Sariñena; la Hermandad del señor San Ysidro Labrador, fundada en la Yglesia Colegial de la Villa de Sariñena; la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, fundada en la Iglesia Colegial de la Villa de Sariñena y la Cofradía de Santa Apolonia (…)
Entrado el siglo XIX encontramos la Cofradía del Arcángel San Miguel; la Cofradía de los Hermanos de la Purísima Concepción y la Cofradía del Patrocinio del Señor San José Patriarca, fundada en la iglesia colegial y parroquial de Sariñena.
Mención especial creo que se merece la Cofradía de Nuestra Señora de Loreto 1818 –1842, fundada en su capilla contigua a la Iglesia del Convento de Nuestro Señor San Francisco, de tiempo inmemorial. Sobre la devoción a la Virgen de Loreto, Manuel Antonio Corvinos señala que fue instaurada el año 1550 con la llegada de la imagen traída desde Roma por el franciscano sariñenense fray Domingo del Pico, previo regalo del papa Julio III. Así mismo apunta que la Virgen de Loreto tenía una cofradía de mucha devoción y hacían procesión el día 10 de diciembre. También era sacada procesionalmente bajo palio cuando había problemas de sequía. Entonces era transportada en rogativa desde el convento franciscano hasta la iglesia del Salvador. También se fundó por estas fechas la cofradía de Santa Minerva (santa italiana) que tenía su procesión los terceros domingos de cada mes y su fiesta es el 23 de agosto. En 1550, dedican oficialmente la iglesia a la Virgen de Loreto e instalan, en su interior, la pequeña virgen donada por Domingo del Pico.
Por último, la Cofradía de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, cuyo libro corresponde entre 1774 – 1841 y su fundación quizá responda al año de 1774, siendo erigida en la iglesia colegial de la Villa de Sariñena. Sus cofrades estaban obligados a cumplir sus estatutos y ordinaciones, al igual que las anteriores cofradías. Se reunían en la escuela de niños, de primeras letras o de primera educación, lugar exacto que no se llega a precisar, cuando lo normal era en casa del Mayoral. Los cofrades llevaban túnicas y la cofradía contaba con estandarte, con cruz de seda y cordones negros y amarillos. El libro recoge una relación de “Hermanos eclesiásticos y religiosos de devoción de la Sangre de Nuestro señor Jesu-Christo”. El primero de ellos es “Fray Manuel Bayeu Cartujo” el célebre cartujo que pintó el conjunto pictórico mural de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes “Libre de todo escote murió”.
Por último, recordar las cofradías de La Milagrosa, el sagrado corazón de Jesús y la de Santa Rita, que, hasta hace bien poco, de casa en casa, compartían sus capillas. Para Santa Rita realizaban misa y bendecían pétalos de rosas. A esta última pertenecía mi abuela Asunción Paraled Millera a quién este pregón dedico y en su memoria realizo.