La asociación de madres y padres del colegio Castillo Montoro de Lanaja (Amypa), que forma parte del CRA Monegros Norte, ha hecho público su «malestar y disconformidad» con la situación actual, en la que una sola profesora atiende a 17 alumnos de tres niveles de Infantil, tres con desconocimiento del idioma y uno con necesidades especiales, pidiendo que se refuerce el personal del centro.
El colectivo ha elevado una queja al departamento aragonés de Educación, señalando que «la actual situación resulta insostenible y claramente perjudicial para el alumnado», al considerar que «es imposible llevar a cabo la programación didáctica de cada uno de los cursos de manera eficaz».
Así, los padres reclaman que se refuerce la plantilla con un nuevo docente, para dividir el grupo o apoyar la labor de la actual profesora. Entre los 17 alumnos, hay 7 de 1º, 4 de 2º y 6 de 3º de Infantil. El aula cuenta con una auxiliar de educación especial, que, según la Amypa, entre septiembre y noviembre solo acudía a media jornada, lo que obligó al resto del profesorado a realizar un esfuerzo añadido. En este sentido, consideran que las ratios establecidas deberían variar cuando se trata de aulas con niños de diferentes niveles educativos.
Fuentes del departamento aragonés de Educación indican que «el centro cuenta con la dotación necesaria» respecto al cupo de profesores, y entienden que «es más una cuestión de reasignación de efectivos dentro del propio colegio». Por su parte, la Amypa señala que se les informó que «la inspectora de referencia del centro educativo hizo un informe favorable para la incorporación de un docente a media jornada como apoyo para el aula de infantil» y por lo tanto, «no entendemos como todavía no se ha hecho efectiva la nueva incorporación y se deja a nuestro alumnado abandonado y desatendido».
Para finalizar, la asociación dice ser «consciente del contexto actual y de las dificultades organizativas que eso conlleva, a pesar de esto debemos luchar y enfatizar en que la escuela rural existe y que no vamos a permitir que nuestros hijos reciban una educación deficiente sin los recursos personales necesarios. Tenemos la percepción de que la escuela rural siempre está en desventaja a la hora de repartir equitativamente los recursos, los cuales llegan tarde o en ocasiones ni siquiera llegan».
«Nuestros niños y niñas son nuestros activos y se merecen las mismas oportunidades, por eso la administración pública no puede crear ningún tipo de desigualdad, teniendo como máxima el concepto de equidad para conseguir realmente una educación de calidad y basada en la igualdad para todos los niños de nuestra comunidad autónoma, independientemente del lugar donde vivan», concluyen.