Aunque la mayor parte de sus visitantes son aragoneses, este monumento monegrino, propiedad de la Diputación Provincial de Huesca, recibe con relativa frecuencia a turistas extranjeros procedentes de los lugares más remotos de la geografía mundial, tales como australianos, filipinos, japoneses o chinos. Desde que las visitas guiadas se pusieron en marcha en 2015, la media al año ya se sitúa en 7.000 personas, pero se prevé un aumento; precisamente ligado a que cada vez son más espacios los que se han rehabilitado dentro del conjunto monástico y por supuesto, debido a sus pinturas murales.
La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes es un lugar único, debido a su arquitectura de casi 6.000 metros cuadrados construidos, pero sobre todo por las pinturas murales de Fray Manuel Bayeu, cuñado de Goya, que se calcula que suman al menos 2.000 metros cuadrados sobre paredes y techos de la iglesia conventual, claustro de capillas y otras dependencias.
Su rehabilitación está suponiendo una inversión que comienza a ver sus frutos. Así, ya no hay andamios que cubran el interior de la iglesia. Han sido dos años de arduo trabajo para que el visitante pueda disfrutar de las pinturas de la nave central, la tribuna, el crucero y la cabecera. Incluso en el trascurso de los trabajos, se produjo un relevante hallazgo, puesto que uno de los lienzos más deteriorados confirma precisamente la estrecha relación profesional del autor con su hermano, Francisco Bayeu, pintor de la corte de Carlos III, y con su cuñado, Francisco de Goya.
Actualmente los trabajos se están concentrando en la zona del claustrillo y de las capillas, protegiendo el monumento desde abajo, evitando que toda el agua que hay en el subsuelo pueda dañar los muros. El deterioro y su ruina, casi poética, están dando paso a la recuperación del esplendor del monumento. Como explica la arquitecta de DPH, Laura Puyal, «primero protegemos el entorno arquitectónico de las pinturas y después las estamos recuperando, porque con el paso del tiempo, se han deteriorado mucho». Puyal anima a todo el público a acudir a La Cartuja de Las Fuentes porque «estamos añadiendo zonas visitables y continuamente van a ver cambios».
Concluye José Miguel Pesqué, coordinador de las actuaciones, que «la perspectiva es que no solamente crezca el número de visitas sino que crezca el uso de los espacios de la cartuja que será a partir de unos 4 o 5 años cuando tengamos los servicios e infraestructuras suficientes para poder acoger distintos eventos».
Cabe recordar que las visitas guiadas son gratuitas y se desarrollan en dos turnos los sábados, domingos y festivos, a las 11.00 y a las 12.30 horas. Para reservar se puede hacer a través de la web www.dphuesca.es