La Diputación Provincial de Huesca ha aprobado por unanimidad la expropiación forzosa de los terrenos necesarios para ejecutar las obras de mejora del abastecimiento y saneamiento en el parque de bomberos de Sariñena. El objetivo último es crear una nueva acometida de agua que permita el llenado de los camiones en las propias instalaciones ante cualquier emergencia.
El parque de bomberos de Sariñena, que entró en funcionamiento el 1 de enero de 2021, está equipado para atender emergencias en una amplia zona de la provincia de Huesca. Sin embargo, desde su puesta en marcha, su sistema de abastecimiento de agua y vertido ha presentado limitaciones. El abastecimiento actual, que está basado en una tubería de polietileno de 63 mm, carece de la capacidad hidráulica suficiente para el correcto funcionamiento de las instalaciones. Y el vertido depende de una fosa estanca de pequeña capacidad que requiere un mantenimiento frecuente y costoso.
Ante esta situación, el nuevo proyecto propone una solución definitiva: la conexión directa del parque a las redes municipales de distribución de agua potable y saneamiento de Sariñena, lo que permitirá disponer de un sistema más eficiente y económico, adaptado a las necesidades del servicio. Para su ejecución, el presupuestado está cifrado en casi 340.000 euros y el plazo estimado para su realización es de tres meses.
El grupo popular del Ayuntamiento de Sariñena ya expresó su «satisfacción» por el «compromiso» demostrado por la Diputación de Huesca. A juicio de los ‘populares’, «ese apoyo se traduce por fin en acciones concretas que marcan un cambio significativo».
El portavoz municipal del PP, Valeri Tella, afirmó que «hemos pasado de muchas palabras y promesas vacías a una realidad palpable». Para el edil, el paso dado «inicia un procedimiento que asegurará que Sariñena y la comarca de Los Monegros dispongan de un parque digno y eficiente». Y es que, tal y como recordó, ahora mismo el parque de bomberos carece de servicios básicos, como la capacidad para llenar las cubas de agua de los camiones en sus propias instalaciones, «una situación insólita que limita su capacidad real».