A pesar de la aparición esporádica de la lluvia, los integrantes de la cofradía Santiago Apóstol de Grañén completaron su procesión de Miércoles Santo. Tras dos años de espera, el acto volvió a emocionar a los asistentes, con la participación de varios cantadores y el acompañamiento del grupo de tambores.
La Dolorosa, estrenada el año anterior a la pandemia, se completó con una nueva corona. La imagen, de traje aterciopelado y bordados dorados, salió en segundo lugar del templo, justo después del Cristo. El Encuentro tuvo lugar en la Plaza de España. A lo largo del recorrido, el acto sumó las voces de los cantadores Alberto Anadol, Greta Monesma, David Elbaile y Sheila Gavín.
Antes del inicio de la procesión, el prior de la cofradía, Carlos Calmuntia, aseguraba vivir el momento con «gran emoción». «Teníamos muchas ganas», dijo. La lluvia estuvo a punto de arruinarlo. Apareció en varios momentos. No obstante, al carecer de intensidad, se optó por completar el recorrido previsto.
En 2014, la creación de la cofradía Santiago Apóstol de Grañén, que cada año gana en socios y que ya ronda los 140, dio un importante giro a las celebraciones de Semana Santa. De su mano, fue recuperada la procesión del Miércoles Santo y además, organizados diferentes encuentros y salidas que dinamizaron la localidad. Aunque el número de cofrades ha seguido creciendo, la pandemia ha hecho mella en el grupo de tambores, que reapareció algo mermado, aunque con su espíritu intacto. «Después de dos años de inactividad, algunas personas se han descolgado, pero esperamos ir poco a poco recuperándolas o atrayendo a nuevos integrantes», señaló Calmuntia.