El Ayuntamiento de Sariñena ha recibido una ayuda económica de 192.000 euros de la Diputación Provincial de Huesca, que está dirigida a la residencia municipal, con el fin de cubrir una parte del desembolso económico realizado para hacer frente al importante brote de coronavirus detectado durante el pasado mes de marzo.
Tras la aparición de los primeros casos, el consistorio de la capital monegrina tuvo que reforzar la plantilla y además, adquirir nuevo mobiliario y material así como llevar a cabo diferentes mejoras para aislar a los residentes contagiados. Del 25 de marzo al 25 de mayo, el centro se vio obligado a cerrar por completo sus puertas, aislando a usuarios y trabajadoras. El consistorio tuvo que contratar nuevo personal y dividir la plantilla en dos grupos, que se fueron alternando en su encierro. También se acondicionó con personal propio el centro juvenil de la localidad, que se destinó a aquellos mayores que fueron dados de alta tras pasar por el hospital o las residencias covid.
Antes del inicio de la pandemia, la residencia de Sariñena sumaba 63 usuarios y en la actualidad, 43. Del total, se calcula que 14 fallecieron a causa del brote de covid. A pesar del descenso en el número de residentes, el centro mantiene una parte del personal de refuerzo contratado y ahora mismo, dispone de 35 empleadas. Y es que los protocolos implantados requieren de la participación diaria de un mayor número de trabajadoras. De hecho, como ejemplo, todas las comidas se siguen sirviendo en las habitaciones y además, se mantienen estrictas medidas de seguridad e higiene. El obligado distanciamiento tampoco permite incrementar el número de usuarios, ya que muchas de las habitaciones dobles deben mantenerse como individuales.
Además de la ayuda directa de la Diputación Provincial de Huesca, la complicada situación de la residencia de Sariñena avivó la solidaridad de particulares, empresas y colectivos. De hecho, recibió alrededor de 10.000 euros en donativos durante la aparición del brote de covid-19 y además, a diario llegaban todo tipo de obsequios, desde material de protección hasta nuevo mobiliario, productos alimenticios o postres caseros. También fueron varias las empresas que en lugar de entregar dinero optaron por hacerse cargo de algunas de las facturas derivadas de la actividad del centro.
Las diferentes aportaciones han permitido hacer frente al sobrecoste de los gastos derivados del impacto del coronavirus, que golpeó con dureza al municipio monegrino al inicio de la actual pandemia. El consistorio se muestra agradecido con el apoyo recibido.