La Guardia Civil ha detenido este martes en Sariñena a dos hombres y una mujer como presuntos autores de la oleada de robos de GPS en tractores. Las detenciones han tenido lugar sobre las 12.00 en una vivienda del barrio Los Cuadrones y forman parte de una operación que todavía sigue abierta.
Los propios agricultores ya habían mostrado sus sospechas sobre la cercanía de los autores. También estaban seguros de que vigilaban y conocían sus rutinas. Los primeros robos, muy concentrados en la comarca de Los Monegros, tuvieron lugar durante el pasado verano y a lo largo de las últimas semanas, se habían intensificado coincidiendo con la campaña de siembra. Los sistemas de navegación, que facilitan el trabajo diario y ahorran costes, tienen un precio de entre 6.000 y 12.000 euros. Y una rápida salida, ya que escasean, lo que hacía que los afectados se encontraran además con un doble problema: la pérdida económica y la imposibilidad de reemplazarlos con rapidez.
El último robo conocido tuvo lugar el pasado 9 de noviembre en la localidad de Alcubierre, donde los ladrones accedieron a la nave del agricultor Luis Alquézar. De allí, sustrajeron la antena del GPS de su tractor así como varias herramientas. Tan solo un día antes, hubo otro similar en Peralta de Alcofea y a lo largo de esa misma semana, otros dos en Tardienta y Grañén. Antes, ya se habían producido otras denuncias en naves particulares y almacenes de Ballobar, Villanueva de Sijena y Torres de Barbués. En esta última localidad, la empresa Agrícola San Julián llegó a sufrir un doble asalto. En julio, con el robo de ocho GPS y en octubre, otros tres.
Durante el pasado fin de semana, los cacos volvieron a la localidad de Alcubierre, donde visitaron otras cinco naves. En este caso, aunque se llevaron alguna herramienta y causaron desperfectos, no encontraron lo que buscaban, ya que los agricultores habían desmontado los equipos de navegación de sus tractores y se los habían llevado. Precisamente, esta era una de las recomendaciones que habían hecho pública el sindicato UAGA, el primero en advertir de la oleada y de exigir soluciones. Ante la creciente oleada, el sindicato había pedido a la Delegada del Gobierno en Aragón y a la Guardia Civil que investigaran dónde se estaban vendiendo los GPS sustraídos, si existía un mercado de segunda mano en España o si se envían a otros países, así como acciones «inmediatas y coordinadas» con el fin de detener a los autores. El sindicato también solicitaba que se investigasen los foros de internet y redes sociales en los que habían aumentado las operaciones de compra-venta de GPS de segunda mano.