En 2017, la torre de la iglesia de Torres de Barbués se desplomó por sorpresa. El derrumbe, que se saldó sin daños personales, se produjo de madrugada, dejando el edificio en desuso. El convenio pionero que este martes han firmado Diputación Provincial de Huesca, Gobierno de Aragón y los Obispados de Jaca, Huesca y Barbastro-Monzón permitirá devolver el culto al edificio después de siete años. Para ello, se invertirán 45.000 euros, que estarán dirigidos a asegurar la nave, dañada por el suceso. La reconstrucción de la torre seguirá pendiente.
El convenio contempla una inversión total de 780.000 euros, que se repartirán entre 16 iglesias y ermitas que necesitan obras urgentes. El edificio de Torres de Barbués es el único monegrino que forma parte del listado, que irá incrementándose, según han explicado sus promotores. De hecho, el objetivo es que tenga continuidad en los próximos años y por lo tanto, permita actuar en otras iglesias y ermitas.
El alcalde de Torres de Barbués, Valentín Calle, ha explicado que la mejora del templo, que se ciñe a la nave, cubre la necesidad creada por el derrumbe y confirma que permitirá volver a utilizarla. Desde el suceso, los actos religiosos se llevan a cabo en un espacio habilitado en el salón social.
El primer edil también ha detallado que desde el derrumbe el consistorio ha habilitado cada año una partida presupuestaria dirigida a la recuperación del templo, incluida la torre, cuyo proyecto suponía una inversión de 190.000 euros.
La presentación oficial del nuevo y pionero convenio ha tenido lugar en la localidad de Caldearenas. Su iglesia, dedicada a San Antonio de Padua, es otra de las 16 beneficiadas para acometer obras de urgencia en este 2024. Al acto, entre otros, han acudido la consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández; el presidente de la Diputación Provincial, Isaac Claver, y representantes de los tres Obispados. También ha estado el alcalde de Caldearenas, Primitivo Grasa.
El conjunto de obras que se van a realizar las han elegido los propios obispados bajo un criterio de urgencia. A través de este convenio, se busca cumplir con un triple objetivo: poner en valor el patrimonio histórico-artístico y eclesiástico del territorio, cuidar los edificios históricos en los que es necesaria una inversión y, al mismo tiempo, los propios pueblos.
En este sentido el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, ha destacado que «además del valor patrimonial y religioso, debemos tener en cuenta que las obras que se van a ejecutar salvaguardan también el valor sentimental y el valor identitario que suponen estos edificios para muchos vecinos de nuestra provincia». El presidente ha afirmado que «una iglesia o ermita en un pueblo, además de ser un elemento único y diferencial, es un lugar de convivencia, de encuentro, de romería… donde todos hemos compartido momentos y recuerdos que forman parte de nuestra historia y que, por tanto, forman parte de nuestra identidad».
Por su parte, la consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, ha subrayado que el convenio que se firmará con la Diputación de Huesca y los obispados de Barbastro-Monzón, Huesca y Jaca es un «perfecto ejemplo» de la colaboración institucional que el Ejecutivo autonómico está promoviendo en esta legislatura. «Cuando sumamos esfuerzos, se multiplican los resultados y siempre redunda en un mayor beneficio para todos los aragoneses», ha manifestado.
Hernández ha recordado que Aragón es una comunidad que atesora un rico y diverso legado cultural. «No solo es importante tenerlo, sino que también es necesario que lo valoremos, que los aragoneses lo sintamos como propio», para protegerlo y que esa herencia cultural llegue en el mejor estado a las futuras generaciones.
Por su parte, y en representación de los Obispados, el sacerdote José Alegre ha agradecido el esfuerzo y compromiso de las instituciones, señalando que «han sido ocho meses de trabajo, con el fin de encontrar la mejor forma de colaborar y asegurar su continuidad en el tiempo». «Todo con el fin último –ha añadido- de preservar un patrimonio que es una seña de identidad de nuestros pueblos».
En este primer convenio anual la Diputación Provincial de Huesca invierte 100.000 euros en cada obispado. Por su parte cada diócesis aporta otros 100.000 euros más y el Gobierno de Aragón 60.000 para cada obispado. El total son 780.000 euros de inversión el primer año.
LISTADO DE OBRAS
Obispado de Jaca
- Iglesia de San Salvador, en Torla-Ordesa, (reparación y sustitución pavimento) 82.000 euros.
- Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Canfranc (sustitución del pavimento y reparaciones interiores), 79.000euros.
- Iglesia de San Antonio de Padua, en Caldearenas (reparación de la cubierta y pintado de fachadas) 39.000 euros.
- Iglesia de San Martín, en Fragen (reparación de la torre, cubierta y exteriores) 60.000euros.
Obispado de Huesca
- Proyecto iglesia de Tramaced. 22.652,50 €.
- Socalce de la torre de la iglesia de Nueno. 22.652,50 €
- Revisión, proyecto y consolidación de la Iglesia de Torres de Barbués. 45.305,00€.
- Obras Tejado y redacción de proyecto de la iglesia Almudevar. 50.230,30€
- 3º Actuación urgente obras en tejado de la Iglesia de Biscarrués. 30.807,40 €.
- Actuación urgente (atirantamiento Muro por amenaza de desplome) en la iglesia de Morrano. 20.000 €.
- Actuación urgente (atirantamiento del ábside por agrietamiento) en la iglesia de Barluenga. 18.122 €
- Humedades y solado (consolidación y aireación de solado por humedades que amenazan los muros) de la iglesia de la Soledad de Bolea. 50.230,30 €
Obispado de Barbastro-Monzón
- Restauración de la cubierta y adecuación interior de la iglesia parroquial de San Orencio en Santorens (Sopeira): 62.659,85€
- Restauración de la iglesia parroquial de San Antonio de Padua en Merli: 84.508,59€
- Mejoras de la torre de Baells: 52.916,74€
- Restauración de la ermita de San Ramón del Monte en Barbastro: 60.000€