La Orden de Malta ha reabierto al público las estancias religiosas del monasterio de Sijena, que llevaban cerradas año y medio. Primero, por las restricciones derivadas de la pandemia y después, por la marcha de sus últimas moradas, las hermanas de Belén, que eran las encargadas de gestionar el acceso a estos espacios, entre los que figuran la iglesia, el Panteón Real y la capilla de la Inmaculada.
La reapertura ha tenido lugar este mes de septiembre, a través de un grupo de guías voluntarios vinculados con la Orden de Malta, que es la propietaria del enclave, declarado Monumento Nacional. Al único día de apertura anterior, el sábado, se añade ahora el domingo, con dos pases (11.15 y 12.15) y además, la novedad de poder ver la recién restaurada capilla de la Inmaculada, en la que el Gobierno de Aragón ha invertido 250.000 euros. De momento, la llegada de visitantes está siendo tímida y escalonada.
Desde la Orden de Malta, reconocen que todavía «deben realizar ajustes en los horarios», con el fin de coordinar la apertura de las estancias religiosas con la sala dedicada a los bienes recuperados, que está gestionada por Turismo de Aragón y que fue reabierta el pasado mes de febrero. Asimismo, son conscientes de que deben llevar a cabo nuevas acciones de promoción. De hecho, son muchas las personas que están acudiendo sin cita previa. Algunos desconocen su reapertura al público y otros tienen dificultades para ser atendidos en el teléfono habilitado.
Ingrid Grúas, vecina de Binéfar, es una de las guías voluntarias de la Orden de Malta. Es profesora de Historia y además, ha realizado varios trabajos sobre el cenobio monegrino, incluyendo un libro dedicado a una de sus prioras, Blanca de Aragón y Anjou. En su caso, además de su formación, ya tenía experiencia previa, al haber formado parte durante seis años del grupo de guías voluntarios creado por la orden de Belén. Para Grúas, es una satisfacción volver a abrir las puertas del monasterio, que «destaca por ser un lugar espiritual y con mucha historia, al sumar 800 años de vida comunitaria». Las últimas religiosas se fueron en julio de 2020, al considerar que no se daban las condiciones adecuadas para su «vocación de silencio» y su «vida escondida», especialmente tras la llegada de las 44 obras trasladadas desde el Museo de Lérida. Para la Orden de Malta, es una «prioridad» que el enclave recupere su vida religiosa y para ello, está trabajando «activamente» en la búsqueda de una nueva comunidad.
Para acceder a las estancias religiosas, lo ideal es reservar cita previa a través del correo reservasijena@gmail.com. También se está trabajando para coordinar las dos visitas, el acceso a los bienes y a las estancias religiosas. Y, además, el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena está ultimando un nuevo proyecto turístico, que agrupe los lugares de interés de la zona así como los diferentes recursos y que alargue la estancia de sus visitantes.