El Secadero de Cereales Santiago de Grañén lleva dos años trabajando junto a dos empresas pioneras en el campo de la denominada Agricultura 4.0, Greenfield y Agrarium. Por encargo de la primera, ambas han incorporado las nuevas tecnologías a las parcelas gestionadas por la SAT, con el fin de mejorar la gestión del riego y, al mismo tiempo, hacer un uso más eficiente de determinados insumos, gracias a la utilización de imágenes de satélite y la cartografía de los suelos.
Atendiendo a los positivos resultados, la SAT quiso dar a conocer el proyecto entre sus socios, con el fin de que puedan beneficiarse de una serie de herramientas «impulsadas por y para agricultores», según detalló Mario Díez, responsable científico de la empresa Greenfield, que, junto al gerente de Agrarium, Ramón Acín, ofrecieron este pasado lunes una charla informativa en las instalaciones de la sociedad agraria.
Ambas firmas trabajan sobre varias parcelas gestionadas por la SAT. A través de la metodología de mapas de suelo, pueden conocer con detalle las características de cada palmo de la explotación y de este modo, localizar y solucionar problemas a la hora de regar (encharcamiento, falta de homogeneidad, etc). Según explica Díez, el objetivo es «regar mejor, es decir, de forma más sostenible y por lo tanto, más rentable». Y todo sin complicaciones. De hecho, la empresa es la que aplica la tecnología y genera el contenido, facilitándoselo en forma de tablas y mapas al agricultor.
Desde Greenfield, insisten en la importancia de realizar un uso eficiente del agua, ya que «la escasez de este recurso y los problemas derivados del cambio climático van a más y por lo tanto, necesitamos ser eficientes sin mermar nuestra rentabilidad».
También están implementando otros servicios, entre ellos, el seguimiento de plagas y enfermedades basado en mapas de avisos obtenidos a través de imágenes de satélite. Todo con el fin de adelantarse a los problemas y agilizar la toma de decisiones.