El agua de boca de la localidad de Lanaja, que proviene del canal de Monegros, lleva un mínimo de dos meses arrastrando la presencia de un herbicida en niveles superiores a los permitidos, lo que ha derivado en su declaración de no apta y en la recomendación de evitar su consumo. El herbicida encontrado se denomina 2,4-D y es uno de los más comunes, muy utilizado contra la maleza. A priori, y en las cantidades encontradas, carece de un efecto nocivo «inmediato» sobre la salud de las personas.
La situación ha generado un importante malestar en el seno del equipo de gobierno y entre la población afectada, especialmente por el tiempo transcurrido entre la realización del primer análisis (20 de noviembre de 2024) y la comunicación oficial de la situación (22 de enero de 2025). Para explicar la cronología de los hechos, el Ayuntamiento de Lanaja ha organizado este jueves una reunión informativa, que ha llenado el salón municipal, con la presencia de alrededor de un centenar de vecinos. La mayoría ha acudido «inquieto y preocupado» por las consecuencias de llevar dos meses bebiendo un agua no apta para el consumo y sin entender la dilación en los plazos. «Nos hemos estado ‘fartando’ de esa agua durante dos meses sin saber que contenía herbicidas; no hay derecho. Tenían que haberlo avisado mucho antes», ha señalado una de las vecinas reunidas.
El Ayuntamiento de Lanaja tiene el servicio de control de aguas contratado a la empresa Monegros Servicios Medioambientales, dependiente de la Comarca, que envía los muestreos a una segunda firma, Laboratorios Tecnológicos de Levante, S.L. Su obligación es ofrecer los resultados en un máximo de 30 días, un plazo que esta vez incumplió, ya que los trasladó el 8 de enero, es decir, 48 después. Al recibirlos, y siguiendo el protocolo, Monegros Servicios Medioambientales realizó un segundo análisis de comprobación y obtuvo los resultados el pasado 21 de enero, comunicándoselo al día siguiente al Ayuntamiento de Lanaja. Los primeros análisis detectaron una concentración de 0,367 microgramos por litro del herbicida, es decir, tres veces por encima del límite establecido (0,1); y en los segundos, la cantidad ya se redujo a la mitad. A principios de esta semana, ha sido realizado un tercer muestreo y los resultados se esperan «de inmediato», entre el viernes y el lunes, según fuentes comarcales, con la confianza de que la presencia del herbicida haya desaparecido. Salud Pública también ha tomado muestras este jueves y está elaborando su propio informe.
Los responsables comarcales, que han participado en la reunión, han explicado que cumplieron con el protocolo establecido, es decir, con el mandato de realizar el contraanálisis y después, informar al ayuntamiento afectado. También han insistido en que unos análisis completos tardan una media de 30 días y que tienen «verdaderas dificultades» para encontrar laboratorios que cumplen estos plazos y por supuesto, ninguno que los reduzca. Al haberse excedido de los 30 días, la Comarca ya ha pedido responsabilidades al laboratorio contratado y el Ayuntamiento de Lanaja también estudiará la posibilidad de iniciar acciones, según ha indicado su alcaldesa, Arancha Barcos. Para la primera edil, «la situación no es menor, lo que nos ha llevado a actuar desde el primer momento y además, hacerlo con transparencia», ha señalado. Para evitar la repetición de estos hechos, que no se habían producido en 20 años, el consistorio también se ha comprometido a instalar filtros de carbono, que mejoran la calidad del agua y pueden evitar este tipo de filtraciones.
A la reunión, también ha sido invitada la doctora María Victoria Burgos, médico de familia, con el fin resolver la inquietud sobre los efectos del herbicida. En su opinión, y en las cantidades encontradas, la sustancia no genera un efecto nocivo «inmediato» en la salud de las personas. «No puede compararse con el lindano o el glifosato», ha indicado. A la salida, la mayoría de los vecinos se mostraban «más tranquilos», especialmente por las explicaciones dadas por la sanitaria, aunque hubieran preferido que la comunicación hubiera llegado antes. «Aunque entiendo que han seguido los cauces establecidos y han actuado bien, cumpliendo los plazos, hubiera preferido que advirtieran de la situación sin tener que esperar al análisis de confirmación», ha señalado una de las asistentes, María Aso.
Otro municipio monegrino, Robres, que también se suministra del canal de Monegros, ha obtenido parámetros del mismo herbicida por encima del límite, aunque con valores «muy inferiores» a los de Lanaja, según ha explicado el alcalde de la población, Álvaro Domec. De hecho, estaban prácticamente en lo recomendado, ha precisado, lo que les ha llevado a tomar la decisión de mantenerse a la espera de los nuevos análisis que han sido realizados, «viendo que los niveles se están normalizando y entendiendo que no era necesario alarmar a la población».