Por una cabeza, y es algo literal, el caballo ha logrado este sábado vencer al hombre en el singular desafío de Lanaja. Ha habido emoción hasta la última recta. Y, aunque la victoria ha sido clara, nadie hubiera rechazado dejar en empate el duelo, después del gran esfuerzo del equipo de relevistas. Los tres hombres y las tres mujeres han estado muy cerca de llevarse la victoria. Hasta ahora, y en 24 ediciones, el hombre solo ha vencido en seis.
Antes de bajarse de su yegua, y mientras recibía las felicitaciones de los atletas, Elena Varona, ha sido la primera en reconocer su esfuerzo. «Hemos tenido que apretar al máximo», les ha dicho, reconociendo la dificultad de su victoria. La amazona y su yegua, Aire, han compartido equipo con el jinete Tomás Luna y su caballo, Lucanito.
Antes de iniciarse el duelo, las dos partes han pactado las reglas del juego. Para equilibrar fuerzas, y dado que el caballo es muy superior en igualdad, ha sido colocado un pequeño obstáculo en mitad del recorrido y además, una de las curvas ha tenido forma de cuña, lo que ha obligado al equino a frenar y después, reanudar su marcha. Y, con el mismo fin, amazona y jinete han ido relevándose cada dos vueltas.
Precisamente, el último ha sido bien aprovechado por los atletas, lo que ha permitido a uno de los corredores locales, Aitor Abadías, encarar con una ligera ventaja el último relevo. «He apretado al máximo y al principio, no lo veía, pero poco a poco he ido escuchando como se acercaba y al final, ha sido imposible superarlo», ha reconocido el reconocido triatleta, «feliz» de dar continuidad a esta singular tradición. «Para nosotros, es un orgullo participar y hacer disfrutar al público», ha añadido otro de los integrantes del equipo, Jorge Soto. El trío masculino ha sido completado por Saúl Gazol. Los tres corredores locales y con un destacado palmarés deportivo. A los hombres, se han sumado tres atletas del club Alcampo Scorpio: Julia Muñoz, Lucía Sancho y Mercedes Carretero.
De nuevo, la prueba ha estado conducida y animada por el ex atleta, escritor e investigador, Celedonio García, que llegó a participar en la singular carrera en 1995, un año después de su recuperación, junto a otros cuatro destacados atletas: Eliseo Martín, Benito Ojeda, Luis Javier Alonso y Javier Cortés.
El desafío hombre contra caballo tiene su origen en 1950, después de que el entonces alcalde de Lanaja, Jesús Abad, se apostara con el médico local, Serafín Gazol, a que el vencedor de la carrera pedestre, Alberto Murillo, sería capaz de ganar a un caballo. La carrera se celebró y venció el equino.
Tras un largo parón, y en homenaje a aquel reto, la prueba volvió a celebrarse en 1995 y desde entonces, ha tenido cierta continuidad, con alguna excepción, gracias a la implicación de dos vecinos del municipio, José Ignacio Borraz y Luisa Novellón.
Al igual que cada año, la prueba ha tenido lugar justo después de la carrera pedestre Memorial Julián Salillas, enmarcada en las fiestas de Lanaja.