Las heridas que presentaban las ovejas que aparecieron muertas el pasado domingo en una explotación de Torralba de Aragón son compatibles con la acción del lobo. Así lo determinan las necropsias practicadas en el centro de recuperación de La Alfranca (Zaragoza).
El ataque es el primero que tiene lugar este año y el primero atribuido al cánido en Torralba de Aragón. En este municipio, ya hubo otros dos en 2021, uno en junio y otro en diciembre. En ambos casos, las necropsias concluyeron que habían sido obra de uno o varios perros. Por primera vez, los exámenes de este lunes han contado con la presencia de dos veterinarios de UAGA, en virtud del nuevo servicio creado por la organización y puesto a disposición de todos sus afiliados, después de que muchos de ellos manifestaran sus dudas sobre los resultados ofrecidos por este centro dependiente del Gobierno de Aragón.
Precisamente, se da la circunstancia de que el secretario general de UAGA, José María Alcubierre, es el que ha estrenado este nuevo servicio, al ser el propietario del rebaño atacado este pasado fin de semana en Torralba de Aragón. El suceso fue calcado al ocurrido en junio de 2021. De hecho, ambos se produjeron en el mismo lugar, en un vallado fijo situado junto a su paridera, a escasos metros del casco urbano de la localidad. En esta ocasión, el lobo mató cinco ovejas y dejó malheridas otras tres.
Al referirse al nuevo servicio puesto en marcha por su organización, Alcubierre explica que el objetivo es que «se clarifique la situación, ya que resulta incomprensible que ataques muy similares unas veces sean atribuidos al lobo y otras, a perros salvajes». «En los últimos años, la práctica totalidad de los denunciados son iguales», añade.
En este último caso, según ha explicado, las conclusiones han sido claras, apreciándose la existencia de mordeduras potentes y limpias, sin desgarros, es decir, propias de un lobo.
Al igual que otras organizaciones y colectivos, UAGA insiste en la «incompatibilidad» del lobo y la ganadería extensiva. En el caso de Los Monegros, Alcubierre insiste en la necesidad de volver a abrir el diálogo con los agentes implicados, ya que, en su opinión, resulta «incomprensible» hacer prevalecer al cánido sobre el futuro de las familias vinculadas al ovino. También invita a poner en la balanza el beneficio medioambiental que genera un único animal frente al aportado por los rebaños, que, tal y como recuerda, llevan siglos limpiando el monte, manteniendo el paisaje o reduciendo la erosión. «No hay comparación», insiste, recordando además que se trata de un ejemplar aislado y atrapado, sin opciones de asentarse.
Alcubierre insta además al Gobierno de Aragón a dejar de «escudarse detrás de las ayudas que ofrece a los ganaderos», ya que, en su opinión, no sirven para paliar los daños reales. «La presencia del lobo está dando la puntilla a un sector ya muy tocado y en claro retroceso», subraya. También le afea no haber movido ficha frente al único ejemplar detectado en Los Monegros antes de que las nuevas medidas de protección del lobo ibérico les hayan dejado con las manos atadas.