Un retén del parque de bomberos de Sariñena sigue trabajando este miércoles en el incendio del secadero de cereales Santiago de Grañén, después de que los servicios de emergencias hayan conseguido reducir su intensidad y el fuego haya quedado controlado. Todavía siguen ardiendo varios montones de paja y una nave con pacas.
El aviso del incendio, de grandes dimensiones, tuvo lugar la noche del martes a las 23.45 horas, cuando varios trabajadores se encontraban en la planta. Aunque ningún resultó herido, los bomberos tuvieron que evacuar a uno de ellos, que se vio sorprendido por el avance de las llamas y quedó atrapado en una de las naves.
A su llegada, y según fuentes del parque del Ayuntamiento de Huesca, se encontraron con varios montones de paja y pacas ardiendo, así como algunos cubiertos y naves. El inicio del incendio coincidió con una tormenta seca, que incluyó fuertes rachas de viento y la descarga de varios relámpagos. En ese momento, la deshidratadora no estaba funcionando.
La prioridad de los efectivos movilizados fue el rescate del trabajador así como evitar la propagación del fuego hacia varias infraestructuras inflamables, entre ellas, unos depósitos de gasoil de 40.000 litros y otros de gas. Al lugar, se desplazaron de madrugada varias dotaciones del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) de la Diputación de Huesca de los parques de Sariñena, Barbastro, Sabiñánigo, Fraga y Huesca. A ellos, se sumó la colaboración de trabajadores y socios del secadero, lo que ha permitido salvar las infraestructuras de transformación, entre ellas, la deshidratadora.
El viento, que cambió de dirección en varias ocasiones, fue el causante de la propagación. Las llamas llegaron a cruzar la carretera A-1213, que une Grañén y Huesca, con zonas de campos calcinadas a uno y otro lado de la vía.
Según fuentes de la empresa, el fuego comenzó en la zona de la pista de trabajo, alcanzando la alfalfa y la cebada almacenada y desde allí, alcanzó las infraestructuras cercanas, dibujando un semicírculo alrededor del complejo industrial, que emplea de forma fija a unas 25 personas.
A lo largo de este año, el secadero de cereales Santiago ha celebrado su 50 aniversario, en plena mejora y ampliación de sus instalaciones, tras una inversión que, incluyendo el 2023, ya alcanza los 2,6 millones de euros.
El resplandor de la llamas y el humo puso en alerta a los vecinos del municipio, que observaron con incertidumbre y tristeza la evolución del incendio de una empresa que genera un importante número de empleos en la zona y que todos sentimos como propia, tal y como señaló el alcalde de la localidad, Carlos Sampériz.