Los Monegros es una de las comarcas elegidas para el desarrollo del proyecto europeo MATILDE, que trata de analizar el impacto de los inmigrantes procedentes de fuera de la Unión Europea en zonas rurales y de montaña, desde una óptica transversal y multidimensional: económica, social y territorial. También se analiza en profundidad la situación de estos colectivos en el Alto Gállego.
Son diez los países que participan en este proyecto y 25 los socios, entre ellos la Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón. En España, el profesor de Geografía del Campus de Huesca, Rául Lardiés, es el investigador principal. MATILDE ((Migration Impact Assessment to Enhance Integration and Local Development in European Rural and Mountain Areas,) arrancó en febrero de 2020 y finalizará en enero de 2023. Los países implicados son Austria, Bulgaria, Alemania, Finlandia, Italia, Reino Unido, Noruega, Suecia, Turquía y España.
El análisis de las distintas regiones y casos permitirá estudiar el efecto que las políticas migratorias están teniendo en los distintos territorios, además de abordar la relación entre la inmigración con temáticas como la educación y el aprendizaje permanente, la integración laboral, la salud, la vivienda, la movilidad y la igualdad.
Actualmente, y según explica Lardiés, están realizando una serie de actividades participativas para poder profundizar en el conocimiento de estos aspectos en las dos comarcas elegidas como casos de estudio: los problemas, oportunidades, efecto real de la inmigración en la revitalización demográfica, etc., para después poder elaborar propuestas de actuación de cara a mejorar las formas de vida y el asentamiento de población y de inmigrantes en los distintos territorios.
Dentro de este trabajo de campo, esta misma semana fueron organizados dos grupos de discusión con alumnas del Centro de Educación de Personas Adultas Monegros en Sariñena. La actividad permitió recoger información cualitativa sobre los problemas sociales y económicos existentes entre este colectivo de personas, pero también desde la perspectiva territorial (accesibilidad, comunicaciones, oferta de servicios, etc.). Todo con el objetivo de conocer las dificultades y problemas de la población de origen extranjero para residir en zonas rurales. Y es que, según explica Lardiés, «en la medida en que se detecten problemas sociales, económicos y territoriales, se podrán proponer políticas para favorecer o mejorar el asentamiento y la vida de la población (tanto nativos como de origen extranjero) en estas zonas».
Además de las últimas sesiones organizadas en Sariñena, han realizado ya diversas entrevistas y también grupos de discusión con distintos colectivos de inmigrantes así como con agentes locales destacados, como representantes del Gobierno de Aragón, comarcas y municipios, empresarios, responsables del sector educativo, sindicatos, grupos agrarios, asociaciones o empresas que ocupan a extranjeros. También han establecido contacto con responsables comarcales de Servicios Sociales Cruz Roja o Cáritas.
El proyecto incluye en su estudio a migrantes económicos y por motivos familiares, estudiantes e investigadores, migrantes altamente calificados, solicitantes de asilo, refugiados, y otros grupos vulnerables procedentes de terceros países.
El proyecto persigue además revertir la perspectiva de la migración, a menudo representada como una carga para las sociedades y los territorios receptores. Gracias a la cooperación entre instituciones públicas y privadas, de gobierno y de investigación, además de distintos colectivos y profesionales, se analizará el papel de todos los actores para facilitar o limitar el impacto positivo de la migración con respecto a las necesidades y capacidades específicas de las zonas rurales y de montaña.
MATILDE también proporcionará orientación sobre las condiciones y políticas que pueden convertir la migración en un recurso para el desarrollo local.
