El pasado fin de semana se celebró en Calamocha el IV Congreso de la Federación Aragonesa de Teatro Aficionado, Fatea, congregando a representantes de las 36 agrupaciones teatrales que forman parte de la federación. Luis Manuel Casáus, director del Teatro de Robres, fue homenajeado con el premio Fatea de Honor 2024, en reconocimiento a su destacada trayectoria en el teatro y su contribución al desarrollo cultural y teatral en Aragón.
Para Casáus, «estas cosas son muy emocionales, me ha hecho mucha ilusión recibirlo». En el evento, dedicó el premio a su mujer, Clara, «porque se lo merece más que yo», dice. «El reconocimiento se lo tendrían que haber dado a ella, porque sin su apoyo yo no sería nada; y también por aguantarme, porque se pasan momentos complicados», expresa.
Como explica el presidente de Fatea, Marcos Jiménez, este encuentro sirve de plataforma para visibilizar el trabajo de las agrupaciones teatrales en los distintos territorios aragoneses, y también para preparar proyectos futuros. «En los últimos años, el premio Fatea de Honor ha reconocido a personas e instituciones que, de manera singular, han fomentado el teatro en sus comunidades», añade Jiménez.
Como prosigue, «este año, no había duda de que el premio debía recaer en Luis Manuel Casáus, quien ha logrado un hito histórico con la construcción del Corral de Comedias en Robres». «Mientras muchos teatros cierran sus puertas, en Robres se abre un Corral de Comedias único, y eso es increíble», apunta, subrayando la constancia y la entrega de Casáus como factores clave para este logro. «También el apoyo del Ayuntamiento de Robres y de la Diputación Provincial de Huesca, que sirvieron de gran empuje para la materialización de ese sueño», añade.
El congreso no solo sirvió para la entrega del reconocimiento, sino que se convirtió en un punto de encuentro para los amantes del teatro. Con un programa muy variado de actividades, los asistentes participaron en talleres, disfrutaron de diversas obras teatrales y realizaron visitas guiadas por los lugares emblemáticos de Calamocha. La jornada, que combinó cultura y formación, también incluyó clases magistrales y actividades orientadas a fortalecer el tejido teatral en la región. Entre los talleres, destacó el impartido por Paco Paricio, de los Titiriteros de Binéfar, o el de iluminación presentado por Jesús Puerto, «el mejor iluminador de Teruel», según comenta Jiménez.
También fue destacada la celebración de la asamblea anual de la agrupación aragonesa durante el evento. «Allí, los socios comentamos hacia dónde vamos y aprendemos los unos de los otros», explica Jiménez. El espacio también sirvió para reflexionar sobre el futuro del teatro aficionado en Aragón, con especial atención en cómo muchos pueblos pequeños, con menos recursos, siguen promoviendo el arte y la cultura a través del teatro. La federación reafirmó su compromiso de apoyar a estas pequeñas asociaciones teatrales que, a menudo, se convierten en factor clave a la hora de dinamizar la vida social y cultural en sus respectivos lugares de origen.
En cuanto a los próximos congresos, la organización adelantó que Zaragoza y su provincia acogerán la próxima edición, en la que esperan «encontrar el mismo apoyo institucional que en ediciones pasadas». Así, la Federación Aragonesa de Teatro Aficionado continúa su labor de fomentar el desarrollo teatral y la cultura en toda la región, reconociendo a quienes, como Luis Manuel Casáus, dedican su vida a este noble arte.