Más de 60 personas de entre 13 y 60 años de edad participarán el próximo sábado, día 4, en el XIV Festival del Terror de Grañén, con el ánimo de hacer disfrutar al público de una experiencia única. La actividad, abierta al conjunto de la población, dará inicio a las 20.00 horas. El punto de reunión será el pabellón municipal.
La iniciativa, que cada año reúne a cientos de personas, está promovida por la asociación local ‘El Revoltijo’ y apoyada por el Ayuntamiento de Grañén. Desde la organización, guardan silencio sobre la trama y los escenarios, con el fin de causar un mayor impacto entre los asistentes. De momento, su principal responsable, Ana Porcel, solo confirma que el argumento forma parte de nuestro imaginario colectivo y además, ha sido llevado al cine.
A lo largo de los últimos años, el festival ha recreado todo tipo de historias con la presencia de zombis, momias, brujas o espantapájaros. Algunos de los montajes han sido diseñados en forma de pasaje del terror y han tenido lugar dentro del pabellón polideportivo; y otros, fuera, recorriendo diferentes calles y plazas del casco urbano.
Para la directora del festival, Ana Porcel, la clave del éxito está en la unión de esfuerzos, ya que «son muchas las personas que colaboran en la interpretación y diseño del montaje y además, de edades muy diferentes, lo que favorece la relación entre generaciones y por lo tanto, la convivencia vecinal».
A los 60 actores, hay que sumar dos maquilladoras, que tienen un papel clave, caracterizando a cada uno de los personajes, que volverán a lucir un aspecto espeluznante con el objetivo de reforzar el impacto de las escenas de terror.
A un día de su celebración, Porcel asegura que hay «nervios y emoción» y por supuesto, «muchas ganas de comenzar y disfrutar, con el objetivo de que la gente pase una noche emocionante y terrorífica, de sustos, y también de risas». Al finalizar la actividad, habrá sesión de discoteca móvil y concurso de disfraces con premios a los mejores.
El festival comenzó desarrollándose en una peña local, con el fin de ofrecer una alternativa de ocio vinculada a la celebración de Halloween, y con el paso de los años, fue creciendo, ocupando nuevos escenarios y atrayendo a un gran número de personas. De hecho, suelen acudir familias, parejas y grupos de amigos de diferentes localidades de la provincia de Huesca.
Para llevar un control de la afluencia, y con un precio simbólico, los participantes deberán sacar entrada. El precio es de un euro y, además de obtenerse ese mismo día, ya están a la venta en el Ayuntamiento de Grañén y el estanco local.