Cientos de agricultores de Los Monegros han secundado este martes las movilizaciones del 6F, que han colapsado carreteras y ciudades. La acción conjunta ha tenido eco en toda la Comunidad, llegando hasta el corazón de las tres capitales aragonesas, donde ciudadanos y administraciones han podido palpar en primera persona su «hartazgo» e «indefensión» frente a unas políticas cada vez más restrictivas. También han levantado la voz por los bajos precios o la excesiva burocracia.
Ha habido agricultores de diferentes localidades: Bujaraloz, Peñalba, La Almolda, Sena, Villanueva de Sijena, Poleñino, Alcubierre… Los situados más al sur han marchado hacia Zaragoza y el resto, a la ciudad de Huesca. A las 7.00 horas, salían desde Sariñena, y poco después, desde Grañén. Todos han formado parte de las largas y lentas marchas de tractores y en su mayoría, han superado las 12 horas sobre el tractor. No tenían un plan demasiado elaborado ni una clara estrategia, pero sí contaban con una inquebrantable voluntad y unión.
Acababa de amanecer cuando los monegrinos desplazados desde Sariñena y Grañén, alcanzaban el parking del Palacio de Congresos de Huesca, punto de reunión, donde se han dado cita alrededor de 130 tractores. Rotativos en marcha y sin parar de tocar sus bocinas, el ambiente auguraba una jornada marcada por un claro sentimiento de unión. En charlas compartidas con otros agricultores de la provincia, han confesado sentirte «hartos» de las trabas impuestas por la normativa de la Unión Europea y «asfixiados» por la burocracia y la imposibilidad de competir con los productos que vienen de otros países.
«El futuro está difícil, lo veo muy negro, aunque esperamos que a base de movilizarnos nos dejen de asfixiar», explicaba Juan Allué, joven agricultor de Arascués, trasladado a la capital oscense junto a Fernando Gariburo, también del mismo municipio, que aseguraba no haber visto en todos sus años de trayectoria profesional «una movilización tan multitudinaria». «Esto va a ser histórico», ha afirmado, mostrando un gesto de ánimo hacia su compañero, más joven y con todavía aún muchos sueños por cumplir.
Desde Los Monegros, también han acudido numerosos jóvenes agricultores, dispuestos a luchar para defender el campo y su medio de vida. De la explanada del Palacio de Congresos, han sido muchos los que han optado por dirigir su marcha hacia la céntrica Plaza Cervantes, colapsando varias de las calles adyacentes. Más de una hora costaba ir de uno a otro punto. Otros han seguido circulando por las entradas de la ciudad, ralentizando la circulación y en algunos casos, causando cortes intermitentes en rotadas o cruces. La marcha ha comenzado a perder fuerza ya bien entrada la tarde, con el retorno en grupos de los manifestantes a sus lugares de origen y la firme idea de seguir en la lucha.