La Cartuja de Las Fuentes sigue consolidándose como polo de atracción turística. Desde el pasado 1 de enero y hasta finales de esta misma semana, 1.062 personas han podido conocer de primera mano todos los detalles, secretos y rincones del conjunto cartujo a través de las visitas guiadas que ofrece la Diputación Provincial de Huesca todos los fines de semana. De todas ellas, han llegado turistas de procedencia tan diversa como Italia, Alemania, Japón, Austria, Francia y Bélgica.
El número de personas que se interesan por este Bien de Interés Cultural sigue incrementándose de forma paralela al avance de los trabajos que la institución está realizando para restaurar tanto la iglesia como el resto de elementos que componen el recinto monacal.
Para compaginar las visitas guiadas con los trabajos de recuperación, estos se realizan de tal manera que los fines de semana la Cartuja de las Fuentes sigue abierta por obras, una forma de que, semana a semana, los turistas puedan ver la evolución y mejora que se está llevando a cabo tanto en el interior como en exterior de los edificios que componen el enclave.
Así, cada sábado y domingo se ofrecen 2 horarios de visita guiada al recinto: a las 11 y a las 12:30 horas, horario que se aplica también los festivos nacionales, como será el caso de los próximos 14 y 15 de abril, jueves y viernes santo respectivamente. Se puede consultar disponibilidad en el correo electrónico visitalacartuja@dphuesca.es o en el teléfono 629353724.
Recorrido de las visitas guiadas
La visita comienza, a modo de paseo relajado, por el patio de este monasterio del siglo XVIII, durante el que se explican las características de las construcciones cartujanas de nueva planta y los factores y hechos que hicieron posible la primera fundación cartujana en tierras de Aragón, en 1507, en la primitiva ermita de Nuestra Señora de las Fuentes.
El visitante termina el recorrido siendo partícipe de todas las etapas por las que ha pasado: en su primera época con la salida de los carmelitas y el regreso de los cartujos, el monasterio del siglo XVIII con los nuevos mecenas y la llegada del joven Bayeu, hasta llegar a la desamortización de Mendizábal y la venta de sus propiedades. Luego llegó la compra por parte de Juan Romeo y la creación del Balneario. Tras el embargo y la compra en 1.896 por Mariano Bastaras se transformaría en finca agropecuaria. En la actualidad, es propiedad de la Diputación Provincial de Huesca desde 2015.
La visita se completa con todos los espacios de la iglesia, desde el coro de Padres, a la tribuna, el crucero, la cabecera del templo, el conocido como camarín de la Virgen y la capilla del Sagrario. Junto a estos, lo que más llama la atención son los más de 2.000 metros cuadrados de pinturas murales con los que Fray Manuel Bayeu decoró parte de la iglesia, actualmente en proceso de restauración y cuyos trabajos finalizarán después del verano.