La empresa pública Monegros Servicios Medioambientales, dependiente de la Comarca, ha iniciado el tratamiento anual contra la mosca negra en los cauces de los ríos Flumen, Guatizalema y Alcanadre. Y lo ha hecho con éxito. De hecho, sus técnicos han comprobado que ha tenido una efectividad del cien por cien, lo que permitirá reducir las poblaciones de estos insectos y por lo tanto, las molestias que causan sobre la población.
En esta ocasión, los tratamientos han comenzado más tarde de lo habitual debido a la actual situación de emergencia sanitaria y a una primavera lluviosa, con grandes avenidas que, por un lado, hacen inviable el tratamiento por la subida de caudal de los ríos y, por otro lado, son beneficiosas para el control de estos simúlidos, «ya que el agua arrastra sus larvas, bajando notablemente la población de mosca negra», informa la técnica de Monegros Servicios Medioambientales, Ángela Martínez Gavín.
El primero de los tratamientos de este año se ha realizado en la totalidad del cauce del río Flumen, con 10 puntos de aplicación, en el Guatizalema, con un punto a la altura del municipio de Huerto, y en el Alcanadre, desde Sariñena hasta Villanueva de Sijena, con cinco puntos. Aunque dependerá de la climatología y el caudal de los ríos, lo ideal es llevar a cabo cinco tratamientos al año. La actuación se desarrolla con la colaboración de varios ayuntamientos del territorio, que asumen gran parte del coste económico.
Los productos utilizados son eficaces contra el insecto, inocuos para el ser humano y respetuosos con el medio ambiente. Como explica Ángela Martínez, «al realizarse en la fase larvaria en el río, se utilizan productos bioinsecticidas muy efectivos y selectivos para el control, ya que actúan por ingestión y solo afecta a las larvas, siendo inocuos para el resto de fauna y flora».
En Los Monegros se ha detectado desde hace varios años un incremento de mosca negra. Sus larvas necesitan cursos de agua corriente. Se fijan en sustratos como piedras del fondo, vegetación, algas o incluso plásticos y otros residuos. Se alimentan de jugos vegetales pero las hembras necesitan el aporte de sangre para el desarrollo y puesta de huevos. Resultan muy agresivas, su picadura es dolorosa y puede causar problemas de reacciones alérgicas.
Las picaduras se realizan durante el día y afectan a casi toda la población, ya que pueden volar hasta 20 kilómetros desde su hábitat. «En los últimos años, insectos invasores de distinta índole han ido asentándose en Aragón, pero la protagonista de este ranking es la mosca negra, que desde 2010 copa la mayor parte de la atención sanitaria prestada por picaduras», señala Martínez, quien informa que «los últimos datos que conocemos son de agosto de 2019 y hasta mitad de dicho mes, Aragón registró 18.150 consultas por picaduras de insectos en sus servicios de Atención Primaria. Esto supone un 25 % más que en el mismo periodo del año anterior y estas estadísticas solo reflejan los casos más graves que han requerido visita médica, pero las afectadas son más».