Los alcaldes y presidentes comarcales afectados por la supresión de los trenes de la línea Zaragoza-Lérida han pedido al Gobierno de Aragón que mantenga el servicio mientras se sigue negociando con el Gobierno de España para determinar quién debe asumir su coste ante Renfe. Los ediles no apoyan la idea de sustituir los regionales por autobuses que plantea la DGA y piden un compromiso real con el medio rural.
Así lo han manifestado en la reunión que han mantenido este jueves los alcaldes de las localidades de Tardienta, Grañén, Sariñena, Monzón y Binéfar y los presidentes comarcales de Los Monegros, Bajo Cinca y La Litera con el consejero aragonés de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, que ha insistido en su idea de dejar de financiar estos trenes, ya que exceden de los límites de la Comunidad Autónoma y además, forman parte de una línea declarada como Obligación de Servicio Público, lo que determina que su coste debe ser asumido por el Estado, según ha explicado.
Ante ello, ha pedido a los representantes municipales y comarcales «hacer un frente común» y llevar su reclamación al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con el fin de que asuma los servicios que se suprimirán a partir del 1 de abril. Soro ha explicado que «llevo años reclamando esto y espero que ahora, con la fuerza de todos, tenga más efecto». Para ello, va a intentar concertar una reunión la próxima semana con el Ministerio en la que participe el Gobierno de Aragón, las comarcas y los alcaldes.
Aunque aceptando este frente común, los asistentes a la reunión han pedido al Gobierno de Aragón que asuma el coste de los mismos hasta que eso se produzca. Y es que, tal y como ha señalado el presidente de la Comarca de Los Monegros, Armando Sanjuán, «el que se pierde ya no vuelve». «Lo que no podemos hacer es un discurso en aras del medio rural y la sostenibilidad y actuar de forma contraria», ha subrayado.
Además, varios de los alcaldes le han recordado a la DGA que cuenta con más de 4,6 millones de euros incluidos en el presupuesto de 2021 para financiar servicios de transporte de viajeros de Media Distancia. Y, por lo tanto, tal y como ha señalado el alcalde de Sariñena, Juan Escalzo, cuentan con los recursos necesarios para dar marcha atrás en la supresión prevista para el 1 de abril y mantener el servicio mientras llevan a cabo una reclamación conjunta en Madrid. «La solución no puede ser eliminar el servicio sin más, sin intentarlo con todas las herramientas a nuestro alcance y sin contar con la opinión de los que resultamos directamente afectados», indica Escalzo. El edil recuerda que el tren que se quiere eliminar es el más demandado, al tener su salida a las 6.10 y regreso a las 15.15.
«Ya sabemos que los servicios en el medio rural pueden ser deficitarios, pero hay que luchar y pelear por su mantenimiento, ya que, una vez perdidos, es casi imposible recuperarlos», añade la alcaldesa de Tardienta, Miriam Ponsa, insistiendo en el que el autobús no es una alternativa. De hecho, tal y como señala, la supresión de los regionales pone en riesgo la continuidad de las estaciones de ferrocarril, con sus respectivas plantillas, y además, va en contra del futuro del medio rural.
El alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, también ha sido claro en su postura, al señalar que, aunque admitiendo sus prerrogativas, resulta «inadmisible dejar tirada a la gente en el medio rural» y por ello, ha exigido frente al consejero aragonés José Luis Soro y el director general de Transportes, Gregorio Briz, que «garanticen el servicio y en paralelo lleven a cabo sus reclamaciones en Madrid». «Cambiar trenes por autobuses no es una solución, y por lo tanto, para ir a Madrid nos encontrarán apoyándolos, pero para cortar el servicio nos encontrarán enfrente», ha señalado el edil “;popular”;.
En general, los alcaldes dicen haberse sentido escuchados y hay acuerdo para hacer un frente común y reclamar la financiación de estos trenes al Estado, pero sin dejar mientras que el servicio desaparezca.