Bea Silvestre, Berta Gascón y María José Chinestra compartiendo sus experiencias durante la mañana de este jueves.
«Hay que descentralizar la cultura y revitalizar los pueblos». Así de clara tiene su misión la emprendedora Berta Gascón, asentada en la comarca de Los Monegros, a la que llegó con un proyecto que pocos entendían: crear una residencia artística vinculada a los espectáculos de calle. Apostó por el medio rural de forma consciente, huyendo del ruido y el tráfico, que devoraban su tiempo y creatividad, después de haber vivido en Zaragoza, Barcelona, Berlín o Chile. Y acertó. El espacio atrae a más de 200 artistas al año y además, ha sido el punto de partida de proyectos ya consolidados como el festival de artes de calle de Robres o la red de mujeres artistas rurales MAR.
La emprendedora zaragozana ha sido una de las invitadas en la penúltima sesión de las Jornadas Inspiradoras promovidas por la Fundación Aragón Emprende, dentro del programa EREA+, que han tenido lugar en Sariñena. Allí, también han compartido sus experiencias con artistas monegrinas como Patricia Coronas, Nati Ballarín o María José Chinestra, además de la ingeniera oscense Patricia Heredia y la actriz y poeta Bea Silvestre.
Con su ejemplo inspirador, las emprendedoras han cumplido con el objetivo de las jornadas: poner en valor el papel de la mujer emprendedora en los pueblos, donde «el arte y la cultura son claves para mantenerlos vivos», tal y como ha señalado Gascón. Ahora bien, también han relatado algunas de las limitaciones y dificultades, como las malas comunicaciones, con carreteras en mal estado y problemas de red.
Frente a ello, y entre sus bondades, están sus espacios abiertos así como el acceso a inmuebles amplios y asequibles en los que desarrollar ensayos de carácter circense o grandes espectáculos de calle. «A nosotros nos trajo hasta aquí el lugar en el que nos encontramos», ha confirmado la artista, cuya residencia se encuentra en una antigua torre agrícola, a mitad de camino entre Grañén y Robres. A esta ventaja, han unido otra creencia clara: «el pueblo te aporta calma y claridad», como ha subrayado Bea Silvestre. Además, y según ha explicado, te atrae, ya que «existe un cordón umbilical que te une con tus raíces».
Por otro lado, y con independencia del lugar en el que se ubiquen, las artistas también han querido hablar de las dificultades de su sector, infravalorado en algunos ámbitos y rodeado de perjuicios. Aquí una de las más claras ha sido la monegrina Patricia Coronas, natural de Grañén, con una prolífica carrera como actriz, bufona y payasa. A lo largo de su trayectoria, asegura haber sido cuestionada con preguntas prejuiciosas como «¿Payasa?», «¿Y eso se estudia?» o «¿Cómo te ganarás la vida a los 40?». A ello, ha respondido este jueves con argumentos y hechos. La monegrina tiene una amplia formación, varios reconocimientos y además, ha alcanzado la edad de la pregunta en plena ebullición profesional. De hecho, como ejemplo, fue la elegida para conducir la última edición de los premios Simón.
Las jornadas, celebradas en Sariñena, han servido para inspirar a otras emprendedoras.
«Yo no nací siendo payasa. ¿O alguien nace siendo ingeniera?», ha preguntado, poniendo en valor las horas invertidas en su formación. También aquellas que dedica a crear desde cero sus espectáculos, de la idea al montaje final, donde lo importante «es conectar con el público y generar emociones», ha dicho. «Y eso es difícil si al lado del escenario se coloca una barra de bar o se reparte chocolate», ha explicado, haciendo referencia a la necesidad de respetar el espacio y el trabajo del artista.
El coste debe reflejar además el proceso completo, incluyendo el tiempo destinado a aquellas tareas menos satisfactorias como promocionar y vender el producto o pelearse con la contabilidad. «También hay que saber de números, IVA, IRPF o después, te llevas una sorpresa», ha dicho, coincidiendo con otras de las entrevistadas en la necesidad de formarse en tareas básicas de administración. «Me hubiera ido muy bien un asesoramiento de carácter financiero cuando empecé», ha señalado.
También le ha quitado presión a aquellas a las que les falta el último empujón. «Hay muchas posibilidades de fracasar a la hora de emprender y por lo tanto, si lo aceptas desde el principio, te vuelves casi invencible», ha dicho. «O te hundes o te haces fuerte», ha señalado. A ellas, a las que quieren lanzarse y emprender, les ha lanzado un último mensaje: «Me gustaría decirles que se atrevan y que no esperen; hay muchas cosas que faltan en los pueblos y que ellas pueden aportar». «A lo largo de la historia, las personas más innovadoras fueron tachadas de locas, así que adelante con los proyectos más locos», ha añadido.
A sus palabras, se han unido las de su compañera de mesa, Nati Ballarín, que ha animado a las más jóvenes a perseguir sus sueños, «creyendo en ellas mismas y enfocándose en aquello que les apasiona».
Las jornadas están enmarcadas en el programa EREA+, financiado por los Fondos de Cohesión Territorial del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico e impulsado por el Gobierno de Aragón a través de la Fundación Aragón Emprende, y han sido organizadas por la Asociación Monegros Empresarial. La actividad se ha cerrado con Nati Ballarín al piano y la poesía de Bea Silvestre.
