Imagen de la moneda conmemorativo creada por Reino Unido con motivo del 75 aniversario de su muerte.
Hoy, 21 de enero de 2025, se cumplen 75 años de la muerte de Eric Arthur Blair (1903-1950), George Orwell para la historia y la literatura, y con motivo de esta efeméride, Reino Unido ha sacado una moneda conmemorativa. En España, y en concreto en Los Monegros, este aniversario coincide con el lanzamiento de una nueva traducción de Homenaje a Cataluña, ampliado también a Aragón, que suma una guía de viajes por todos los escenarios, urbanos y campestres, en los que estuvo el inglés, para afianzar un vínculo entre Barcelona y Los Monegros, uno de los referentes del turismo de guerra en nuestro país. Un proyecto que aúna literatura, historia y turismo como muy pocos otros han hecho antes y que lleva el sello de Sariñena Editorial de Salvador Trallero.
En el prólogo del libro, Miquel Berga, máxima referencia en el estudio de Orwell y profesor emérito de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, afirma que «la proyección de un territorio a través de la obra de un escritor de fama universal es un intangible de valor incalculable. George Orwell creó un cronotopos en tierras españolas que ya forma parte, conozcan o no conozcan el territorio, de la imaginación literaria de miles, millones de lectores en todo el mundo».
Pese que se habían vendido menos de 1.500 ejemplares del libro en el momento de su muerte, ‘Homenaje a Cataluña’ se convertiría en un superventas póstumo y un documento histórico de extraordinaria relevancia para que miles de lectores se acerquen cada año a la guerra de España y, en concreto, al frente de Aragón y Barcelona. Y así se universalizarían sus descripciones de localidades como Alcubierre: «{los pueblos aragoneses} construidos como pequeñas fortalezas, están formados por un conjunto de humildes casas de barro y piedra apiñadas alrededor de la iglesia y en las que no se ve una flor por ninguna parte» o Robres: «A nuestra derecha, la sierra se inclinaba hacia el sudeste y daba paso a un valle veteado y amplio que se extendía hasta Huesca. En medio de la planicie algunos terrones diminutos se mostraban esparcidos como si alguien hubiera tirado unos dados: era el pueblo de Robres».
Descripciones sobre la geografía de la Sierra de Alcubierre: «Las colinas enfrente de nosotros eran grises y arrugadas como la piel de un elefante». «Las colinas de esa parte de España son peculiares; tiene forma de herradura, con cimas romas y lados con profundos declives que discurren hasta inmensos barrancos». «En la lejanía, los picos gigantescos de los Pirineos, con sus nieves perpetuas, parecían flotar en el vacío».
Imagen de la ruta Orwell en la sierra de Alcubierre, justo en la posición ocupada por George Orwell.
Incluso en el marco del horror y la suciedad de la guerra, Orwell tuvo tiempo para admirar la belleza del entorno: «El paisaje era magnífico si eras capaz de olvidarte de que cada cima de la montaña estaba ocupada por tropas». «A menudo solía contemplar el paisaje invernal y me maravillaba observar la futilidad de todo esto, lo cuestionable de este tipo de guerras» y de los amaneceres monegrinos: «Había mañanas (…) que para ver el espectáculo del amanecer entre las cumbres de las montañas bien merecía la pena salir de la cama a horas tan poco piadosas». «Compensaba ver llegar el alba detrás de las cimas… sus primeros destellos rasgando la oscuridad como espadas, y luego la luz creciente y los mares de nubes carmín extendiéndose hasta distancias inconcebibles».
Desde hace algunos años, el Día Orwell, organizado en sendas jornadas en Barcelona y Sariñena, incide en cada una de sus ediciones en fomentar el desarrollo del territorio a través de su figura, atrayendo un turismo cultural no masivo, que lee, viaja y recorre con tiempo y curiosidad los casi 300km que separan la ciudad condal y el frente monegrino. Un vínculo creado por Orwell y que ha perdurado hasta hoy.
Otro detalle de la Ruta Orwell, uno de los espacios más visitados de Los Monegros, que atrae a estudiantes, investigadores y público en general.
