El director del Teatro de Robres, Luis Manuel Casáus, lleva años persiguiendo un sueño: convertir esta pequeña localidad monegrina, de alrededor de 500 habitantes, en el ‘Almagro de Aragón’, es decir, en un referente para los amantes de las artes escénicas. Y va camino de conseguirlo, ya que está muy cerca de ver materializado su último anhelo, la creación de un corral de comedias, al estilo del conservado en la popular ciudad manchega.
En 2009, y tras un arduo trabajo, que contó con el asesoramiento y labor de diferentes profesionales, presentó al consistorio una propuesta formal, justificando la necesidad de crear el nuevo equipamiento y detallando los usos que podría tener en un futuro. También incluía planos y dibujos del edificio, que busca afianzar el idilio de esta pequeña población el teatro. El equipo de gobierno recorrió el guante y finalmente, tres años después, ya ha adjudicado la primera fase de construcción del futuro corral de comedias, que imitará la estructura y estética de los antiguos teatros de los siglos XVI y XVII, es decir, aquellos que se construían en los patios interiores de las viviendas y que aprovechaban las fachadas de los edificios.
El presupuesto de la primera fase es de 132.000 euros y será ejecutada por la empresa Albás Tierz de Sariñena. El nuevo equipamiento estará situado en Casa El Zurdo, una vivienda ubicada en el centro de la localidad y de titularidad municipal. «El edificio es el ideal», sostiene Casáus, en relación a su ubicación y dimensiones. El patio de la vivienda ronda los 200 metros cuadrados y por lo tanto, junto a la cazuela y la galería, el corral de comedias podría llegar a contar con capacidad para casi 300 espectadores. El escenario ocuparía unos 40 metros cuadrados.
Dentro de la planta baja, también se incluiría un amplio vestíbulo, un salón de actos, camerinos y aseos. Y, en la superior, habría diferentes salas reservadas a las asociaciones locales, ya que el edificio funcionará como Casa de Cultura, según detalla la alcaldesa de Robres, Olga Brosed. En su opinión, la infraestructura «afianzará a la localidad como referente cultural, ayudará a dinamizar su día a día y además, atraerá a un mayor número de visitantes». Para ello, ya tienen diseñada una atractiva programación anual, donde se incluyen algunas de las propuestas ya activas como el Festival Internacional de la Oralidad ‘Villa de Robres’ o el ‘Otoño Vivo’. A ello, sumarán ciclos dedicados al público infantil y familiar, un carnaval clásico o la posibilidad de acoger festividades locales como San Blas. También quieren incluir visitas teatralizadas o la posibilidad de dar clases de interpretación. «Las posibilidades son infinitas y para desarrollarlas, tenemos a favor muchos años de trabajo y experiencia así como el apoyo del público», señala Casáus.
La primera fase permitirá dar forma al edificio, con la limpieza, desbroce y nivelación del corral, la creación de las galerías o los espacios interiores. A su finalización, será necesario impulsar una segunda fase, lo que podría demorar su estreno al otoño de 2024, según los cálculos de la primera edil. A los fondos propios, Robres unirá las ayudas procedentes del Plan Provincial de Cooperación Económica de Obras y Servicios de Competencia Municipal de la Diputación de Huesca.