La evolución de la pandemia ha llevado al Ayuntamiento de Robres a suspender sus fiestas en honor de San Blas. No obstante, por segundo año consecutivo, ha optado por obsequiar a sus vecinos con un delicioso roscón.
El reparto ha tenido lugar a lo largo de la mañana de este jueves, casa por casa. En total, han sido distribuidos 250 roscones, el postre típico de esta festividad, y de nuevo, al igual que el pasado año, son varios los que esconden sorpresas. Los vecinos se podrán encontrar con varios regalos, entre ellos, lotes de productos aragoneses o de los producidos en la zona así como cheques para canjear en los comercios y empresas locales.
Tras la buena acogida obtenida en 2021, y ante las cifras de contagios, el consistorio ha optado por la prudencia, pero sin dejar de tener un dulce gesto con sus vecinos, que, al menos, permita disfrutar en cada casa de esta señalada fecha.