Los resultados de los análisis de las muestras que este pasado jueves fueron tomadas por el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón confirman una reducción de la presencia del herbicida 2,4-D en el agua de boca de la localidad de Lanaja. Aunque los valores siguen estando «ligeramente» por encima del límite permitido (0,1 microgramos por litro), se observa una «clara mejoría» con respeto a las muestras anteriores. De momento, el agua sigue siendo no apta para el consumo, según confirman fuentes de la DGA.
Las muestras fueron tomadas después de que se confirmara con una doble analítica que el agua de boca del municipio llevaba dos meses arrastrando la presencia del herbicida en niveles superiores a los permitidos, lo que generó incertidumbre y malestar en el seno del Ayuntamiento de Lanaja y entre la población del municipio monegrino. En relación a ello, el departamento de Sanidad también ha lanzado un mensaje de tranquilidad, señalando que «para que haya riesgo es preciso una exposición a muy largo plazo (años)» a la sustancia. El herbicida 2,4-D es uno de los más comunes y utilizados contra las plantas de hoja ancha como la maleza.
Sanidad también ha recomendado al Ayuntamiento de Lanaja que estudie «medidas correctoras técnicas para mejorar el abastecimiento de agua» y, junto a la empresa encargada de los análisis, Monegros Servicios Medioambientales, dependiente de la Comarca, «optimice los tiempos de respuesta en casos de superación de los valores normativos». Y es que la mayor queja de la población ha estado en la dilación entre la fecha en la que se hicieron los primeros análisis del agua (20 de noviembre de 2024) y la comunicación de la existencia del herbicida al Ayuntamiento de Lanaja (22 de enero de 2025), que fue el que después avisó a la población y restringió el consumo del agua. En total, trascurrieron dos meses, en los que la población siguió utilizando el agua sin conocer el problema.
Monegros Servicios Medioambientales, contratada por el consistorio para el control del agua, recibió los resultados del primer análisis el 8 de enero, donde observó la alteración del valor del herbicida y siguiendo el protocolo, en menos de 24 horas, el día 9, recogió una nueva muestra, con el fin de confirmar la primera analítica. Los nuevos resultados se recibieron el 21 de enero y al día siguiente, tuvo lugar la comunicación al Ayuntamiento de Lanaja. Ambas muestras fueron enviadas a una segunda firma, Laboratorios Tecnológicos de Levante, S.L., subcontratada por Monegros Servicios Medioambientales, que se retrasó 18 días en la entrega de los primeros resultados.
Para explicar la cronología de los hechos, el Ayuntamiento de Lanaja organizó este pasado jueves una reunión vecinal, donde la principal queja estuvo en la dilación de los plazos. Para muchos, Monegros Servicios Medioambientales debería haber advertido del problema cuando recibió los primeros resultados y no esperar al análisis de confirmación. Sus responsables ya explicaron que cumplieron con el protocolo establecido, es decir, con el mandato de realizar el contraanálisis y después, informar al ayuntamiento afectado. También insistieron en que unos análisis completos tardan una media de 30 días y que tienen «verdaderas dificultades» para encontrar laboratorios que cumplan estos plazos y que no han hallado ninguno que los reduzca.