Los contagios siguen marcando cifras de récord también en Los Monegros. De hecho, tan solo en lo que va de mes han sido notificados ya 442 nuevos casos. Del conjunto, 182 positivos se corresponden con la zona básica de salud de Sariñena, 143 con la de Grañén y 117 con la de Bujaraloz. En total, han fallecido además cinco personas por covid-19. Se trata del mes con mayor incidencia de toda la pandemia.
Las cifras se han disparado en los últimos días. Salud Pública ha notificado este jueves 37 nuevos contagios en Sariñena, 28 en Bujaraloz y 11 en Grañén. Los centros de salud están saturados ante la demanda de consultas derivadas del covid-19. Todo recae sobre la Atención Primaria: diagnósticos, seguimiento, vacunas, pasaporte covid… «La sobrecarga de trabajo es tremenda», admite el coordinador del centro de salud de Grañén, Domingo Ara. Aquí, como ejemplo, han sido realizados este mismo jueves más de medio centenar de PCR, a lo que sumarán el desarrollo de test rápidos dirigidos aquellos que se vayan presentando con síntomas compatibles con coronavirus.
Por suerte, la mayoría de las personas contagiadas desarrolla «síntomas catarrales leves o directamente son asintomáticos», según indica Ara. De cara a la población, además de paciencia, el facultativo insiste en la necesidad de mantener las medidas de seguridad: mascarilla, distancia y lavado frecuente de manos.
A pesar de la sobrecarga de trabajo, el centro de salud de Grañén no ha recibido ningún refuerzo, lo que complica el día a día de la plantilla contratada y del personal administrativo. Los facultativos tienen sus agendas «repletas», señala Ara. «Y, como siempre, existe el temor de que esta sobrecarga de trabajo disperse nuestra atención de otras patologías o diagnósticos importantes», reconoce.
Precisamente, el Colegio Oficial de Médicos de Huesca criticaba este mismo miércoles la escasez de recursos para afrontar esta séptima ola de contagios. El colectivo se preguntaba cómo era posible que siga siendo «casi imposible» contactar con los centros de salud o si se llega a conseguir una cita se obtenga con una importante demora, a pesar de que cada facultativo llegue a tener entre 60 y 70 cada día. «No hay duda –sostenían- que existe un grave problema organizativo y de falta de líneas telefónicas».
El colectivo dirigía sus críticas a los responsables políticos, a los que reclaman la contratación de más personal y que una parte de la atención al covi-19 salga de los centros de salud y se centralice en espacios habilitados, con el fin de que los ambulatorios puedan atender al resto de pacientes. «No es admisible tras 2 años que la mayor parte del tiempo se dedique al covid, mal atendiendo al resto de patologías», señalaban.