Los agricultores de la comunidad de regantes Grañén-Flumen ya están más cerca de recibir los lotes derivados de la concentración parcelaria. Las actas finales del proceso, que impulsa el Gobierno de Aragón, han sido firmadas este miércoles en las dependencias del Ayuntamiento de Grañén. La superficie elevada ronda las 2.300 hectáreas repartidas entre algo más de 300 propietarios.
Tras su publicación, y de cumplirse lo previsto, la entrega de los lotes provisionales tendrá lugar durante el próximo otoño. El deseo de los profesionales afectados es que se produzca a mediados del mes de septiembre.
El proceso de concentración avanza en paralelo a la modernización de la superficie afectada, a la que se suman otras 1.500 hectáreas del vecino municipio de Almuniente. De hecho, y con este fin, las dos comunidades están en proceso de fusión, lo que dará lugar a una nueva comunidad con una superficie de 3.800 hectáreas y alrededor de 450 usuarios.
El convenio entre Seiasa y las dos comunidades ya fue firmado en septiembre de 2021, con el fin de impulsar la primera fase de las obras de modernización, que supondrán una inversión de 15,7 millones de euros. A ello, habrá que unir una segunda, elevando el importe total a los 30.
Las obras de modernización contemplan el cambio del actual sistema de riego a pie por un sistema de riego a presión. En esta primera fase, se plantea la ejecución de la obra de toma y balsa de regulación (elementos comunes para toda la superficie regable) y la modernización integral de parte de la superficie regable (alrededor de 1.000 hectáreas) que puede ser abastecida mediante presión natural, transformando el riego a manta actual mediante canaletas de hormigón y acequias de tierra en un riego a la demanda a través de tuberías a presión.
La transformación prevista permitirá incrementar los rendimientos entre un 20 y un 30% y además, hacer un uso más eficiente del agua. De hecho, un 80% será de presión natural. También se abrirá la puerta a segundas cosechas así como a la diversificación de cultivos.