Ha caído el tercer tramo del puente, es decir, el más pegado a la zona de monte.
El puente de hierro que salva el río Alcanadre y que está situado entre los municipios de Villanueva de Sijena y Sena se ha hundido este lunes al paso de un camión que transportaba maquinaria pesada para la nivelación de parcelas. Por fortuna, no se han producido daños personales graves. El conductor, vecino de Lérida, ha podido salir por su propio pie y, tras ser evaluado por los sanitarios, ha sido trasladado para su revisión a un centro hospitalario.
Con más de 100 años de antigüedad y quejas sobre su desgaste, todo indica que la infraestructura ha cedido ante el peso del vehículo. El puente está situado en la HU-833, una vía de uso agrícola, que da acceso a una zona de monte. La infraestructura es propiedad del Gobierno de Aragón y desde su creación, no ha recibido obras de mantenimiento, a excepción de un repintado en 1945. El hierro de los pasos peatonales está corroído y presenta varios boquetes.
El hundimiento ha afectado a uno de los tres tramos del puente, al último, el más cercano a la zona de monte. Se ha desplomado por completo la tercera plataforma que ha caído al cauce del río.
El departamento de Carreteras del Gobierno de Aragón ha informado de que el límite general de este tipo de infraestructuras se sitúa en las 40 toneladas y que el vehículo siniestrado lo excedía, ya que rondaba las 57, sumando el camión tipo góndola y el buldócer transportado (maquinaria niveladora). Para superarlo, la DGA ha informado además de que se necesita de una autorización especial que la empresa no había solicitado. En la zona de acceso al puente, no figura ninguna señal de restricción de paso por peso.
De forma reciente, y con motivo de las inspecciones previas a las autorizaciones de varias pruebas deportivas, Bizén Fuster ha asegurado que la infraestructura había sido revisada y que «no se habían detectado daños o lesiones estructurales, aunque sí un mal estado del firme». No obstante, los alcaldes de los municipios afectados aseguran que existía preocupación sobre su estado, por su antigüedad y degaste.
El alcalde de Villanueva de Sijena, José Jaime Castellón, cree que el suceso ha sido producto de «dos factores: las deficiencias que podía tener la estructura y el excesivo peso del vehículo». El primer edil ha confirmado además que habían advertido de su estado y que habían instalado a la DGA a actuar. También ha señalado que las primeras quejas por escrito sobre su degasten se remontan a 2009.
El tramo hundido es el tercero, es decir, el más cercano a la zona de monte.
El suceso ha tenido lugar sobre las 10.00, causando conmoción en la zona, ya que se trata de un puente muy popular y emblemático, escenario de reportajes de bodas, pruebas deportivas o rodajes. Por aquí, han rodado en más de una ocasión los 8.000 bikers de la Orbea Monegros. También es el punto de salida del descenso de barcas organizado en las fiestas patronales de Villanueva de Sijena.
Al lugar del suceso, se han trasladado sanitarios, patrullas de la Guardia Civil y efectivos del departamento aragonés de Carreteras. Según han indicado desde la DGA, sus técnicos están estudiando las causas que han provocado el colapso de la estructura y las medidas más viables para la solución del tramo.
El corte ha sido señalizado y además, hay alternativas, ya que existe otro puente cercano al pasar el casco urbano de la localidad de Villanueva de Sijena, que conduce a la zona de monte afectada a través de una pista lateral.
El alcalde de Villanueva de Sijena aboga por la reconstrucción de la infraestructura, por tratarse de un paso «muy frecuentado» por agricultores de la zona y por su propio carácter emblemático. «Además, solo se ha caído un tercio, el tercer tramo; no lo pueden dejar así», ha dicho.
Construido en la década de 1910, el puente de hierro tiene una longitud de unos 127 metros y un peso de 300 toneladas. Se trata de uno de los escasos ejemplos de este tipo de arquitectura en Los Monegros. El puente destaca por la rejería de hierro a ambos lados de su tablero, un modelo constructivo típico de la arquitectura de principios del pasado siglo, y es obra del ingeniero Blas Sorribas.
