Mientras llegan los resultados de las analíticas realizadas para determinar qué técnicas siguió Fray Manuel Bayeu en las pinturas murales de la iglesia de la Cartuja de las Fuentes y cuáles son sus patologías, la empresa que va a llevar a cabo su restauración se encuentra estos días desarrollando diversas actuaciones previas al inicio de los trabajos, que se espera puedan comenzar a finales del mes de noviembre.
La semana pasada tuvo lugar una reunión entre los equipos de ÁRTYCO, adjudicataria de la restauración de las pinturas de la nave de la iglesia, y SUMMA, adjudicataria del contrato de apoyo técnico para el seguimiento de la restauración, junto a responsables técnicos de la Diputación Provincial de Huesca. Un encuentro que tuvo lugar “sobre el terreno”, pudiéndose comprobar que la instalación de los andamios en la nave está casi terminada y, por tanto, en los próximos días comenzará la limpieza de las escenas de la vida de la virgen.
Ubicadas en la bóveda de la iglesia, gracias a la infraestructura instalada, se ha podido comprobar que su estado de conservación es magnífico, casi intactas pese al paso de los años.
Una vez lleguen los resultados de las citadas analíticas, comenzará la restauración propiamente dicha, adjudicada por 585.224 euros y con una duración prevista de 10 meses. Tiempo durante el cual el programa de visitas guiadas al conjunto monacal no se verá afectado, continuando en su horario habitual de fines de semana y festivos.
Comenzará así la recuperación de parte de los más de 2.000 metros cuadrados de pinturas murales que fray Manuel Bayeu dejó como legado en el conjunto monacal, un trabajo que se extendió durante más de 30 años. Se trata de una de las mayores manifestaciones de la pintura barroca aragonesa por su extensión, coherencia y significado, además de constituir la obra fundamental del que fuera cuñado de Goya.
La zona a restaurar comprende la totalidad del programa pictórico y decorativo de la bóveda de la nave de la iglesia así como de sus muros. En estos se narra la pasión de Cristo en nueve escenas pintadas al óleo por Bayeu y enmarcadas con molduras del escultor Pedro Salas. El propio Bayeu decoró la bóveda con cuatro pasajes de la vida de la Virgen María: la Visitación, la Anunciación, los Desposorios y la Presentación de la Virgen niña.