Los alcaldes de varios municipios de Los Monegros y el Bajo Cinca por los que pasa la carretera A-131 (Huesca-Fraga) han denunciado su «lamentable estado» y han solicitado de forma conjunta su inmediata mejora, al considerar que supone un peligro para la seguridad de los usuarios así como un lastre para el desarrollo de la zona.
En concreto, los alcaldes de Fraga, Velilla de Cinca, Ballobar, Chalamera, Ontiñena, Villanueva de Sijena y Sena, de diferentes partidos, han escrito cada uno de ellos una carta al director general de Carreteras del Gobierno de Aragón, Bizén Fuster, solicitándole la asignación de fondos del presupuesto de 2020 para el «mantenimiento a fondo y la reparación del firme a la mayor brevedad posible».
En las misivas que han remitido resaltan el papel que juega el eje Fraga-Huesca, como «una infraestructura de primer orden para el desarrollo económico y social del territorio que vertebra». De hecho, recuerdan que por esta carretera circulan a diario miles de vehículos y del conjunto, un alto porcentaje de transporte de mercancías.
Esa densidad del tráfico es consecuencia inmediata del «gran potencial agroganadero e industrial de las comarcas» que atraviesa la carretera. Precisamente por ese motivo su deterioro implica «no sólo un peligro para la seguridad vial, sino además un riesgo objetivo para el fomento y el mantenimiento de población en los municipios afectados», subrayan.
Los alcaldes han trasladado también en los escritos la «gran preocupación» de los vecinos por el «lamentable estado» de esta carretera, en especial en el tramo que une Sariñena con Fraga. En particular, indican que el firme entre Velilla y Villanueva está completamente agotado y los desperfectos del asfaltado alcanzan ya «niveles críticos».
En su día, señalan los alcaldes, esa situación condujo a limitar la velocidad a 50 kilómetros por hora, algo que «entendimos como una medida provisional ante una pronta restitución del firme. Tanto tiempo después, es incomprensible que no se haya ejecutado una solución definitiva» .
La preocupación de los usuarios de la carreteras es grande, no solo a título personal o familiar, sino que empresas de los municipios sufren constantes averías en sus vehículos, detallan los alcaldes, desde rotura de ruedas, de amortiguadores o de lunas, y les consta que la flota de otras firmas comerciales desvía su ruta para evitar ese tramo carretero. «Todo ello -recalcan- implica un serio perjuicio para nuestra economía y la de los municipios colindantes, en un efecto dominó que pone en peligro el sentido vertebrador de esta carretera».
Un riesgo que, defienden estos municipios, «solo puede ser revertido con un compromiso expreso e inmediato de la Administración autonómica». Así que confían en que con estas cartas y las reclamaciones previas al respecto puedan tramitarse la asignación de fondos del presupuesto de 2020 para el mantenimiento y la reparación del firme de la A-131.