Por segundo día consecutivo, los agricultores de Los Monegros han vuelto a salir a las calles con sus tractores. Hay tres puntos principales de concentración: el acceso a la ciudad de Huesca, la N-II a la altura de Bujaraloz y la A-23 desde Tardienta y Almudévar. A ello, se une además la intención de los agricultores de la zona de Sariñena de realizar nuevas marchas lentas por las inmediaciones del municipio.
Los profesionales de la zona norte del territorio han realizado nuevas marchas en dirección a la capital oscense, donde la Policía Nacional ha bloqueado su acceso a la altura de la avenida Monegros. «Han colocado los vehículos y no nos dejan pasar», ha explicado uno de los agricultores movilizados, Alejandro Gracia, vecino de Grañén. A la zona, han llegado entre 40 y 50 tractores de localidades como Fraella, Piracés, Albero,… «Nos hemos quedado encajonados sin posibilidad de avanzar; un desastre», ha reiterado, defendiendo su derecho a mostrar su «malestar e indignación» con unas políticas que nos «asfixian». «Necesitamos precios justos y menos burocracia; solo queremos vivir dignamente de nuestro trabajo», ha reiterado el joven agricultor.
Otros agricultores de la zona han optado por desplazarse hasta la A-23 en Almudévar, concentrándose en Tardienta y después, apostándose en la salida de la autovía. Agrícola San Julián, ubicada en Torres de Barbués, volverá a mostrar su apoyo organizando una comida popular para los agricultores movilizados.
Otro de los puntos calientes de las protestas está en Bujaraloz. También allí por segundo día consecutivo han acudido agricultores de toda la zona: La Almolda, Castejón, Peñalba, Candasnos, Caspe… «Ayer estábamos alrededor de 150 y de momento, hoy estamos entre 60 y 70, con el objetivo de seguir haciendo visible nuestro malestar e indignación», ha explicado uno de los agricultores implicados, José Antonio Samper, procedente de La Almolda.
Los vehículos están divididos en dos puntos diferentes de la N-II, a la altura de Bujaraloz, lo que provoca cortes intermitentes y complica los accesos a la AP-2, aunque con medidas de precaución por la densa niebla.
«Hemos vuelto a salir para defender nuestro trabajo y nuestro medio de vida contra una política agraria común muy alejada de la realidad, que, junto a la excesiva burocracia, amenaza con arruinar nuestras explotaciones», ha indicado Samper. «Aragón ya es un territorio muy diverso, donde es imposible aplicar la misma normativa en las zonas de ribera que en el llano o la montaña; ¿cómo vamos a aplicar por igual unas normas que se dictan para toda Europa y que se establecen sin conocer la realidad de cada territorio?», explica. «Hay normativas duplicadas y totalmente absurdas, que no se ajustan a lo que se tiene que hacer en el campo», reitera.
Las movilizaciones tienen en común la alta presencia de jóvenes agricultores, que, tal y como señala Samper, «quieren vivir del campo y en sus pueblos, y se lo ponen muy complicado». «Hay que eliminar tanta burocracia y agilizar las ayudas a la incorporación o la adquisición de maquinaria para la gente más joven», defiende.