Seis ovejas muertas y cinco heridas es el balance que deja el ataque sufrido por un rebaño de dos jóvenes ganaderos de Robres, Carlos y Alberto Luna. Tras analizar los cadáveres, la DGA atribuye los hechos a la acción de uno o varios perros, ya que, según detallan fuentes del departamento aragonés de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, las mordeduras «se han producido de forma múltiple y sin la presión que ejerce un gran cánido como el lobo».
Los hechos se produjeron durante la madrugada del pasado domingo al lunes y hasta la explotación, se trasladaron dos Agentes de Protección de la Naturaleza. De los cadáveres hallados, cinco habían sido consumidos de forma parcial por los buitres y el sexto fue trasladado al centro de recuperación de La Alfranca, donde se ha llevado a cabo la correspondiente necropsia, siguiendo los protocolos habilitados.
El rebaño, que estaba compuesto por alrededor de 800 ejemplares, se encontraba en una paridera en una zona de monte, a los pies de la sierra de Alcubierre, dentro del término municipal de Senés de Alcubierre.
La necropsia practicada descarta como autor al lobo detectado en Los Monegros, que tras cinco meses inactivo reapareció hace justo una semana en el cercano municipio de Leciñena, donde mató una oveja, que, junto al resto del ganado, se encontraba dentro de un pastor eléctrico protegido además por dos perros mastines.
La DGA también ha manifestado su intención de implementar medidas de vigilancia con el fin de tratar de identificar al perro o grupo de perros responsable del ataque.