“Fachada casa, Villanueva de Sijena”. Con esa descripción, el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza albergaba en sus fondos la imagen más antigua que se conserva de la casa natal de Miguel Servet, tomada a principios del siglo XX en uno de los viajes que José Galiay haría hasta la localidad para fotografiar el Monasterio de Sijena.
La imagen fue descubierta por la investigadora Gemma Grau, quien revisaba los fondos del archivo en busca de documentación sobre la zona. «Galiay tiene fotografías fantásticas del monasterio de Sijena, y repasando su fondo, encontré la foto. Reconocí la fachada en seguida», explica Grau, quien ha sido guía en la casa y miembro del Instituto de Estudios Sijenenses. «Tras hacer algunas comprobaciones con otras imágenes antiguas, escribí al archivo para notificar la identificación», explica.
En la imagen se aprecia, en una vista lateral, la fachada de dos inmuebles: a la derecha de la foto, una casa hoy desaparecida. A la izquierda, la fachada completa de la casa natal, cuya parte derecha se derribó en la década de 1970. Así, el arco de medio punto de la entrada se encontraba en el centro de la misma, como era habitual en las casonas aragonesas, igual que el balcón de la primera planta. También se aprecia un ventanuco de respiración de la bodega, a ras de suelo.
José Galiay (original de Tamarite de Litera) fue médico radiólogo, fotógrafo, dibujante y estudioso del arte y la arqueología durante la primera mitad del siglo XX. Fundó y editó la Revista de Arte Aragonés, fue director del Museo Provincial de Zaragoza, comisario de Excavaciones Arqueológicas y de Zona del Patrimonio Artístico. Como fotógrafo, realizó un trabajo sistemático de recoger el arte aragonés, viajando por las tres provincias aragonesas para tomar imágenes de los monumentos más destacados. Su archivo está compuesto por casi dos mil placas.
«Estoy segura de que Galiay fotografió la fachada sabiendo que era la casa de Servet, pues no hay más imágenes del pueblo, y, por la razón que sea, no lo detalló en la descripción, o se perdió», indica Grau. Aunque no se indica la fecha exacta, la imagen permite una aproximación: «Las imágenes que tomó del monasterio están datadas antes de 1936, pero esta foto nos permite afinar un poco más la fecha, hasta antes de 1931, pues en la fachada no aparece la placa conmemorativa que el gobierno de la II República colocó en ese año».