‘Monegros, Tierra de Color’ es un canto de amor a una comarca hermosa, singular y rica en contrastes, dice su editor, Salvador Trallero, al pasar las hojas de un libro pensado para el disfrute de los sentidos. Aquí os dejamos un adelanto, compartiendo siete de las 116 imágenes que componen la publicación y que llevan la firma de Alfonso Ferrer.
Las fotografías prestan especial atención a la fauna y el paisaje, indica su autor, que dice haber buscado «la representación más poética de algunos de los paisajes más característicos de Los Monegros», entre ellos, aparecen La Gabarda, la sierra de Jubierre o el sabinar de Pallaruelo de Monegros. También muestra otros rincones menos llamativos. El autor es veterinario de profesión y gran amante del medio rural.
La publicación ‘Monegros, Tierra de Color’, que edita Sariñena Editorial, tiene programadas tres nuevas presentaciones, donde conocer más sobre el autor y el libro, compartiendo pasiones y experiencias sobre este territorio.
Así, este mismo viernes, a las 19.00 horas, se presenta en el edificio azul de Castelflorite, y mañana, sábado, a las 18.00 horas, en la biblioteca de Monegrillo. La última del intenso fin de semana tendrá lugar el domingo, a las 18.00 horas, en el bar social de Albalatillo.
FOTOS Y TEXTOS DE ALFONSO FERRER:
- Dónde se juntan el río Flumen y el Alcanadre:
Cuando uno por su extremo norte está llegando a Jubierre, ese hermoso y seco paisaje, tiene que cruzar el puente del río Alcanadre, al asomarse a su barandilla ve cómo se juntan el Flumen y el Alcanadre, y estos dos ahora juntos se dirigen hacia el este cómo evitando Jubierre y sus áridos paisajes, como sabedores que esa tierra tan necesitada de agua les robaría hasta la última gota de su cauce si le dejasen.
- La Gabarda:
Cualquier atardecer es bonito en el mirador de la Gabarda, al que se puede llegar en coche, lo que hace la visita más fácil aún si cabe. Esas caprichosas formas que el tiempo, el agua y el viento han ido formando nos recuerdan a las viejas películas del oeste, y por un momento nos olvidamos que están más cerca de lo que pensamos, y que las disfrutamos menos de lo que sería obligatorio.
- La Torraza en Farlete desde Monte Oscuro:
Quizás sea uno de los miradores desde dónde se divisa el más representativo paisaje monegrino, barrancos, laderas desnudas y vales que van desembocando en un mar de estepa es lo que disfrutaremos desde aquí. Conviene buscar las primeras o últimas horas del día para saborear la esencia de este territorio, que aquí se muestra inmenso y sobrecogedor.
- Moncayo desde San Caprasio:
San Caprasio, referente monegrino sin duda, fue uno de los escondites preferidos del bandido Cucaracha, y también refugio espiritual de religiosos y de todos aquellos que buscan paz y espiritualidad. Y eso es lo que se respira desde lo alto, silencio y recogimiento. Y además el paisaje que se divisa es enorme, es el lugar desde dónde más parte de Aragón se puede ver.
- Monte de Farlete desde Monte Oscuro:
Campos de cereal y sabinas, forman un mosaico de formas y colores único e irrepetible, a escasos Km de Zaragoza, un mirador único que además fue testigo de uno de los lugares dónde George Orwell durante los meses que se estableció el frente de Aragón combatió en la guerra civil.
- Río Flumen llegando a Albalatillo:
Imagen aérea del río Flumen entre Sariñena y Albalatillo, uno no es consciente del sinuoso recorrido que el río tiene si no es desde esta perspectiva, a veces conviene mirar las cosas desde otro prisma. En Los Monegros esto sucede a menudo.
- Tozal solitario. Jubierre.
Tozales, escarpes, barrancos, Jubierre es un paisaje único en todo Aragón, no hay nada que se le parezca. Es un paisaje extremo, y es eso mismo lo que atrae al visitante, con un magnetismo natural que te atrapa. Quizás poco conocido y visitado aquí es un referente para otros habitantes europeos, y no es dificil encontrarse con turistas franceses, holandeses y de otros países por sus caminos y sendas.Para ellos este es un paisaje exótico que disfrutan como el que ve algo nuevo por primera vez.