La estación de tren de Tardienta ha vuelto a quedarse sin venta de billetes y atención al público. Las taquillas dejaron de funcionar este fin de semana, el pasado 14 de noviembre, al finalizar el contrato de las tres empleadas que mantenía Renfe. Para informar a los usuarios, simplemente ha sido colocada una hoja de papel escrita a mano.
A través de sus redes sociales, el Ayuntamiento de Tardienta ya ha hecho público su malestar, ya que considera que esta medida, que también afecta a la estación de Cariñena, va en contra de la vida en los pueblos y de la supervivencia del medio rural. De cumplirse lo previsto, el próximo jueves aprobará una moción institucional reclamando la recuperación de este servicio así como de los trenes suprimidos desde el inicio de la pandemia.
A principios de este mismo año, al igual que otras casi 150 en toda España, la estación de Tardienta ya se quedó sin venta presencial de billetes. En enero, Adif decidió romper el contrato que mantenía con Acciona y cerrar las taquillas. Dos meses después, Renfe reabrió el servicio y se hizo cargo de las tres empleadas. Pero solo hasta la finalización de su contrato, que concluyó el pasado 14 de noviembre. Así, sin que haya habido renovación, las trabajadoras, una de ellas de la propia localidad, se han quedado sin empleo y los viajeros, sin servicio.
Renfe insiste en que los usuarios seguirán atendidos, gracias a las alternativas existentes, desde la máquinas expendedoras de billetes hasta las estafetas de Correos o la venta a bordo. No obstante, Tardienta carece de personal de Adif dedicado a la estación, es decir, «no hay nadie que abra y cierre la sala de viajeros, donde están la máquinas, lo que, unido a la imposibilidad de acceder al bar, deja a la gente esperando en el andén», señala la alcaldesa del municipio, Miriam Ponsa. Y es que se anunció que se instalarían puertas automáticas, pero los trabajos iniciados no se han completado. El cierre del espacio interior también complica escuchar de forma clara la megafonía.
«La falta de personal deja a la estación sin vida e invita a la pérdida paulatina de servicios. Nadie acompaña ni resuelve las dudas o incidencias de los viajeros, lo que supone un problema, especialmente para los más mayores, ya que, entre otras dificultades, las máquinas expendedoras solo funcionan con tarjeta y algunos de ellos están poco acostumbrados a su uso», insiste la primera edil.
La moción del consistorio también reclamará la recuperación de los trenes perdidos desde el inicio de la pandemia. En total, uniendo todas las frecuencias, son doce, con procedencia o destino Zaragoza, entre ellos, algunos de los más demandados por sus horarios. Para su supresión, al igual que con el caso de las taquillas, Renfe alude a la pérdida de movilidad derivada de la actual crisis sanitaria, que ha provocado el descenso de viajeros.
Por su parte, ante las críticas, Renfe ha asegurado ahora que «antes de final de año se recuperará la venta presencial en un horario determinado que resultará de la evaluación y análisis que se está haciendo de los flujos de movilidad y demanda que se han visto menguados a causa de la pandemia en estas estaciones».
