«Trabajamos con cariño, pasión y ganas para que cada participante se sienta importante»

El director de la Orbea Monegros, Juan Carlos Nájera, explica las características, retos y desafíos a los que se ha ido enfrentando la prueba a lo largo de los años.
Juan Carlos Nájera lleva al frente de Orbea Monegros desde su primera edición, asegurando «estar enamorado de Los Monegros».

Juan Carlos Nájera lleva al frente de Orbea Monegros desde su primera edición, asegurando «estar enamorado de Los Monegros».

 

¿Se han vuelto a cubrir las 8.000 plazas?

Se han cubierto, pero ha costado más de lo habitual. Hemos tenido hasta el último momento plazas disponibles. Los tiempos en los que abríamos inscripciones y se llenaban a las pocas horas han pasado, pero no solo ha ocurrido con nosotros sino en prácticamente todos los eventos.

 

¿A qué cree que se debe?

En nuestro caso y haciendo autocrítica, para el participante el circuito no es lo más valorado, por lo que hacer todos los años el mismo puede resultar aburrido. Es el ambiente que se crea lo que más se valora, de ahí que finalmente hayamos conseguido contar con los 8.000 inscritos en la línea de salida. Por otro lado, están nuestros propios errores. El año pasado tomamos decisiones que no fueron del agrado de todos los inscritos y, para este año, cogimos nota y esperamos haberlas resuelto. Al final, lo verdaderamente importante es que los participantes siguen siendo fieles a la cita con el desierto y eso para nosotros es un orgullo. No tanto por el numero en sí, sino porque es señal de que nuestro trabajo da sus frutos, y eso nos reconforta. Ahí es donde vemos que todo el esfuerzo sirve para algo.

 

¿Cuáles son las claves del éxito de esta prueba?

Yo creo que las claves del éxito es que somos ciclistas, pensamos en modo ciclista y trabajamos con mucho cariño, aunque también somos conscientes de que tenemos que tener mano firme porque, de no ser así, gestionar a 8.000 personas es inviable. A pesar de esa “mano de hierro”, siempre procuramos empatizar con el participante. Llegado el evento, somos conscientes de que es imposible contentar a todo el mundo pero trabajamos con cariño, pasión y con ganas de hacerlo bien para que los inscritos se sientan importantes dentro de este evento, que está organizado para ellos.

 

¿Y por qué Los Monegros y no otro lugar? ¿Cuánto peso tiene el escenario elegido?

Los Monegros por norma general no deja a nadie indiferente, o te gusta o lo odias. En mi caso tenía pensados dos posibles emplazamientos para organizar el evento, uno era Monegros y otro el desierto de Tabernas, en Almería. Como venía del País Vasco, el que me pillaba más a mano era Los Monegros. Me vine aquí a ver el entorno, me enamoró, y ya no necesité ir a ver nada más, me quedé con Los Monegros.

 

Usted ha estado al mando desde la primera edición, ¿qué tipo de relación ha forjado con el territorio?

Yo me siento un monegrino más. Son muchos días los que paso aquí, hago muchos desplazamientos y tengo muchos amigos. Como todo en la vida también tendré algún detractor, pero para mí esto es mi vida. Llevamos 22 ediciones, a las que se suman dos que no se pudieron realizar por la pandemia. Añadiendo el año en que vine por primera vez para ver el territorio, estamos hablando de 25 años en los que de forma continuada he estado y estoy en Los Monegros, y me siento como en casa. He visto crecer a muchos niños y muchos me han visto crecer a mí también.

 

Por segundo año habrá etapa nocturna, ¿cuáles son los alicientes de esta modalidad y cuántos inscritos hay?

Cuando planteamos la posibilidad de hacer la prueba nocturna en ningún caso lo hicimos con el fin de querer tener más participación, puesto que no queremos que nada quite la atención a la prueba principal, que es la grande. Pensábamos que la noche monegrina, su cielo y la poca contaminación lumínica eran, sin lugar a dudas, un escenario para que la gente lo pudiera disfrutar y fue así como nos planteamos la posibilidad de poder contar con esta pequeña actividad. La tenemos limitada a 50 participantes y quizá haya mucha gente que no se pueda apuntar o que no se atreva por querer participar también en la prueba clásica, pero lo que hemos conseguido es que mucha gente sin apuntarse mire al cielo. La finalidad de Orbea Monegros es que el desierto de Los Monegros sea un destino ideal para la práctica de este deporte, y en concreto ya no solo durante el día, sino también por la noche, pudiendo realizar una actividad que es sobrecogedora.

 

¿Qué procedencia tienen los participantes de Orbea Monegros?

A nivel estatal todas las comunidades están representadas. Por otra parte, hay participantes de seis o siete países diferentes. Los más representados son Francia, Andorra y Portugal, pero también recibimos de Italia y Países Bajos, aunque en menor cantidad.

 

Han pasado por otras ediciones personalidades como Miguel Indurain, Santi Millán o Aleix Espargaró, entre otros. ¿Este año podremos ver alguna cara conocida en el pelotón?

Es cierto que a lo largo de estos años han pasado muchas caras conocidas, pero no es algo que realmente nos mueva. La presente edición contará con la presencia del ciclista Ibón Zugasti que, hoy por hoy, es el mayor referente a nivel de redes sociales en España e incluso en Europa. El año pasado estuvo firmando autógrafos unas cinco horas y durante todo ese tiempo hubo una cola mantenida de 45 minutos, fue impresionante. Para esta edición, viene con un espíritu más deportivo y ganas de pedalear más rápido.

 

Realmente el “bombazo” lo daremos en el 25 aniversario, aunque nos ha generado la disputa de cuándo realizarlo, si el año que viene que es cuando se cumplirían los 25 años o dentro de tres por el parón que obligó la pandemia. Al final, hemos decidido celebrarlo en las dos ocasiones, puesto que ambas son motivo para celebrar.

 

Observamos un alto porcentaje de gente que repite, ¿qué cree que les hace volver a participar en la Orbea Monegros?

Puede sonar a tópico pero creo que hemos formado una pequeña familia de Orbea Monegros. Esto lo hemos conseguido trabajando con cariño y paciencia y aportando un trato cercano. Ejemplo de esto último puede ser el contestar a los correos con agilidad, ya que creemos que esa atención tan inmediata es muy importante. El hecho de que, sea el día que sea, nos escriban y en pocos minutos hayan recibido respuesta, influye y mucho. Los participantes ven que la organización es accesible a la hora de plantear cualquier cuestión y eso es uno de los ingredientes más importantes a la hora de que la gente repita.

 

¿Cómo se maneja o gestiona la organización de una prueba de estas dimensiones?

En el organigrama, básicamente estamos dos personas en la dirección y como máximos responsables. Esas personas somos Iker Lezama y yo. Iker contesta por correo a los participantes y es quien tiene la relación directa y cercana con ellos. Además, tenemos una tercera persona que está trabajando también en el núcleo duro, ella es Cristina Fernández de Aranguiz. A partir de ahí, tenemos responsables de redes sociales, de logística y más gente que se encarga de todo. Cada uno cumplimos una función y en la dirección tenemos una cosa muy buena, que es que en el 98% de las cosas pensamos igual, algo que no es fácil y es una suerte tener.

 

¿Cómo les recibe la gente de Los Monegros?

La gente nos recibe bien, pero entiendo también que la llegada de 20.000 personas al pueblo puede romper la tranquilidad de la gente que está dentro de su paz aquí. Por otro lado, no podemos obviar el impacto económico que tiene la prueba, no solo en Sariñena y en la Comarca de los Monegros, sino a nivel de provincia y comunidad. Es muy grande. Si hubiera que pagar la promoción que hacemos del territorio de Los Monegros a lo largo del año sería un dineral. Esto lo hacemos porque realmente nos gusta el territorio. Como ya he dicho, yo me enamoré la primera vez que vine, pero esto también es extensivo a la gente que está dentro de la organización. Todos tenemos ese cariño y esa simpatía por Los Monegros. De otra manera, sería imposible trabajar en un sitio que no te gusta. Ese cariño que percibimos de la gente también lo procuramos corresponder, y más si cabe cuando el año pasado el Gobierno de Aragón nos declaró Actividad de Interés Turístico. Es un reconocimiento que nos hace mucha ilusión, no solo a nivel de evento sino también de manera personal.

 

¿Cuánta gente cree que llega a Sariñena y cuál es el retorno económico?

Se calcula que son en torno a las 20.000 personas las que llegan ese fin de semana a Sariñena. El presupuesto de la prueba ronda los 700.000 euros, de los cuales prácticamente todo el dinero se gasta aquí. Nuestros proveedores son de aquí y no se nos pasa por la cabeza el poder pensar en otra gente. Para nosotros, el compromiso local es importante y el desarrollo comarcal, también, por tanto tenemos claro que esa es nuestra forma de trabajar.

 

De la primera edición a esta última, ¿qué retos y obstáculos han tenido que superar? ¿El balance es positivo?

Lo es, pero todos los años hay que salvar obstáculos. La organización de una prueba deportiva tiene más de carrera de obstáculos que de organizar propiamente el evento, ya que al final esto en sí es lo más sencillo. Lo más complicado de todo son las relaciones humanas e institucionales, el poder estar en sintonía y hacernos entender los unos con los otros.

 

¿Encuentran el apoyo institucional necesario por parte del Ayuntamiento de Sariñena y de la Comarca de Los Monegros?

Hasta la fecha sí. Nosotros venimos aquí a trabajar y a organizar un evento deportivo y no entramos en temas de política pero, hasta hace diez días, hemos estado trabajando codo con codo, en pos y beneficio del evento, con una corporación encabezada por Juan Escalzo que indudablemente se ha involucrado al 150%. Ahora tenemos un nuevo equipo de gobierno y aún no hemos tenido oportunidad, pero estoy seguro de que también vamos a seguir en la misma línea. Nos conocemos prácticamente todos y en tiempos pasados siempre ha ido todo bien, así que entiendo que tiene que seguir siendo así. Al final la Orbea Monegros no es ni de unos ni de otros, es de todos y, cuando ha habido discrepancias políticas, muchas veces hemos servido de nexo de unión.

 

¿Observan ese sostén también por parte de los clubes y asociaciones locales?

Cuando vine aquí hace 25 años no había una actividad deportiva más allá de los deportes clásicos. Poco a poco, Orbea Monegros ha servido para fomentar no solo el ciclismo sino también el trail, el triatlón y el deporte popular. Actualmente, hay cantidad de clubes y asociaciones locales que nos apoyan y con las que tenemos muy buena relación. El club ciclista, por ejemplo, colabora con nosotros y nos ayuda haciendo tareas dentro de la propia organización. Tenemos una buena sintonía con la masa social de la población, no solamente de Sariñena sino también de la comarca de Los Monegros.

AGENDA

Del 10 de septiembre al 10 de noviembre

Naturaleza oculta. Exposición fotográfica de José Miguel Andrade en el Cafetín de la Pastelería Trallero, en Sariñena.

 

Del 15 de octubre al 16 de noviembre

Ciclo de Cine y Mujeres Rurales. Castejón de Monegros (15 de octubre: ‘El agua’ y coloquio entre gabarderas).
Sena (19 de octubre: ‘Secaderos’ y coloquio con entidades organizadoras).
Sariñena (28 de octubre: ‘O corno’ y mesa redonda mujeres sanitarias).
Valfonda (9 de noviembre: ‘Camino de la suerte’).
Bujaraloz (16 de noviembre: ‘O corno’ y mesa redonda sobre la mujer en el cine).

 

19 de octubre

La Caravana de Belentuela llega a Valfonda. La actuación tendrá lugar a las 17.30 horas en la plaza.

 

16 de noviembre

III Carrera 5K y 10K Sariñena. Además de las dos carreras de adultos, que comenzarán a las 18.00 horas, habrá también pruebas infantiles.