Tres monegrinos han tomado posesión este viernes de su cargo como diputados provinciales en Huesca. Dos por el PP, Celsa Rufas, concejala en Torres de Barbués, y Carlos Sampériz, alcalde de Grañén; y uno por el PSOE, Joaquín Monesma, alcalde de Almuniente.
Tras recibir los 13 votos de los diputados ‘populares’, Isaac Claver, alcalde de Monzón, ha sido investido presidente de la Diputación Provincial de Huesca. El PSOE, que suma 12 diputados, ha pasado a la oposición después de 24 años de gobierno.
Celsa Rufas, del PP, y Joaquín Monesma, del PSOE, ya tienen experiencia en la DPH. En concreto, y en dos etapas diferentes, la primera suma 13 años, y el segundo, seis. Ambos han desarrollado diferentes responsabilidades dentro de la institución.
Desde que tomó su acta de diputado, Joaquín Monesma ha sido el responsable de una de las áreas con más peso, la de Obras Públicas. El monegrino accedió a la DPH en abril de 2017 sustituyendo al fallecido Armando Borraz. Monesma cuenta además con una larga trayectoria en la administración local y comarcal. De hecho, es alcalde de Almuniente-Frula desde el año 2003 y durante diez años, fue consejero comarcal, asumiendo la responsabilidad del área de Juventud y Deporte.
Celsa Rufas también cuenta con una larga experiencia en política municipal y comarcal. Ha sido alcaldesa de su localidad natal, Torres de Barbués, entre 2003 y 2015 y además, consejera comarcal de Los Monegros (2003-2011). Dentro de la DPH, y durante los últimos cuatro años, ha sido vicepresidenta de la Comisión de Hacienda y Finanzas.
Carlos Sampériz, que encara su cuarto mandato consecutivo en la localidad de Grañén, donde ha conseguido una amplia mayoría, se estrena en la corporación provincial. El monegrino también cuenta con una dilatada experiencia como consejero comarcal.
Tras ser proclamado nuevo presidente, Isaac Claver ha pronunciado un discurso en el que ha dicho que «nuestra provincia ha forjado la historia de Aragón y España, nos caracteriza una identidad propia de la que nos sentimos orgullosos y vamos a trabajar, con rasmia y sin reblar, por nuestros municipios, por nuestra gente y para que el nombre del Alto Aragón suene con fuerza».