Con apenas media docena de vecinos empadronados, y la mitad residiendo de manera continuada, Lamasadera es la localidad más pequeña de la comarca y una de las más pequeñas de Aragón. Ubicada en el extremo noreste de Monegros, donde estos se mezclan con el Somontano, parecería arrinconada si no fuese por su ubicación sobre una atalaya natural, que le da una gran presencia a su pequeño casco urbano, compuesto por poco más de una calle.
En el entorno de su resumido caserío encontramos diferentes vestigios, todos de época medieval, que hablan de siglos con más población y actividad en la zona. Destaca el ábside de la antigua iglesia románica de San Lorenzo, pero encontramos también cillas, restos de murallas, hornos o cubas para guardar líquido.
Visitarla es la excusa para recorrer la solitaria carretera que, desde Sariñena, traza un recorrido circular pasando por Lastanosa y Castelflorite, entre paisajes de cultivos de regadío y nuevos frutales. La agricultura, la ganadería ovina y nuevas instalaciones agropecuarias abren una perspectiva de futuro a quienes hoy quieran quedarse o instalarse aquí, evitando así su total desaparición.