
Imagen de una de las sesiones llevadas a cabo en Tardienta.
“Rural-Frail: efectos del ejercicio físico presencial y video-asistencial en la salud mental, física y fragilidad de las personas mayores de ámbito rural“ es el nombre del proyecto que la Universidad de Zaragoza está desarrollando en tres áreas de salud aragonesas, una de cada provincia y todas en localidades de menos de 2.000 habitantes, para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores de 65 años en zonas rurales. En Tardienta cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad y el consultorio médico.
Desarrollado por el grupo de investigación EXER-GENUD, con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, y financiado por la Unión Europea y la Agencia Estatal de Investigación, el objetivo del estudio es mejorar la salud física y mental de los participantes, reducir su fragilidad y aumentar su bienestar general a través del ejercicio.
Para uno de sus coordinadores, el profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte Ángel Matute Llorente, se trata de ampliar lo que la ciencia sabe de los beneficios de la actividad física: «está comprobado que 12 semanas de ejercicio mejoran la función física de las personas mayores. Ahora lo que queremos saber es cómo mantener ese hábito y sus beneficios en el tiempo».
Para ello, un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de la educación física, nutrición, psicología, terapia ocupacional, médicos deportivos y enfermeros trabaja con el grupo de voluntarios en un programa que incluye aspectos de la salud física y mental tales como trabajo de fuerza, resistencia cardiorrespiratoria y equilibrio (que se han demostrado eficaces en la mejora del tono físico y reduciendo el número de caídas) que se combinan con charlas sobre nutrición, psicología o talleres de memoria, con un estudio individualizado.
Los grupos de trabajo son de unas 40 personas por zona sanitaria, lo que da un total de 120 personas para el estudio en Aragón. Para la implicación de los voluntarios usuarios, ha resultado indispensable la colaboración de los profesionales de Atención Primaria, y para el desarrollo de las actividades, la colaboración del ayuntamiento, cediendo espacios.
El proyecto se desarrollará a la largo de doce meses. Los tres primeros, con clases presenciales de ejercicio multifuncional y cognitivo. Después, y mediante una plataforma y videoconferencias, se alternarán periodos de descanso y de videoasistencia durante los nueve meses restantes, tratando de mantener la capacidad funcional y las mejoras obtenidas en el estado de capacidad funcional tanto física como mental, y evaluar sus resultados. «El objetivo – señala Matute- es llegar en el futuro a más núcleos rurales, y ayudar a mejorar el proceso de envejecimiento de su población».