La crisis provocada por el cierre de negocios y establecimientos a causa del Covid-19 agrava todavía más la situación del ámbito cultural, y de las salas de cine en particular, cuyo público ha ido en descenso en los últimos años.
Así, para evitar el cierre de sus instalaciones, ubicadas mayoritariamente en pequeñas y medianas poblaciones, Circuit Urgellenc ha lanzado la campaña “I love cine de pueblo”, poniendo a la venta en su web bonos de 10 y 20 entradas, a precios reducidos de 53 y 100 euros respectivamente, que podrán disfrutarse desde que sean retiradas las restricciones. Con esta medida, la empresa trata de garantizar las nóminas de sus trabajadores y los gastos fijos de las salas y, por lo tanto, la supervivencia de los cines. La campaña ha sido lanzada a nivel nacional, y apoyada públicamente por actores como Antonio Resines, Sergi López o Gaizka Urresti.
La empresa gestiona más de una treintena de salas de en Aragón y Cataluña, como las de Monzón, Graus, Barbastro, Alcañiz o Sariñena, la única sala de cine en la comarca de Los Monegros. En 2015, su ayuntamiento invirtió más de 50.000 euros en la renovación de los equipos de proyección digitales, para poder proyectar películas en 3D. Además, empresa y ayuntamiento ofrecen desde hace tiempo la posibilidad de abonarse, pagando una cuota fija por persona o familia, que suponen un ahorro económico para quien los obtiene y acude al cine con asiduidad.