El amarillo ha sido este año el color elegido para resaltar la unidad de las parejas, grupos de amigos, vecinos o familias que este domingo han salido a la calle con el único fin de respaldar los fines de la VIII carrera ‘Sariñena en marcha contra el cáncer’. En total, la prueba, de carácter solidario, ha sumado 873 inscripciones, demostrando que sigue contando con el apoyo y respaldo de la población.
El punto de reunión ha sido el recinto ferial de Sariñena, del que han partido los dos circuitos urbanos diseñados. Los participantes han podido elegir entre dos recorridos de 5 y 2 kilómetros. La mayoría ha optado por ir andando y el resto, corriendo en una jornada donde lo importante ha sido estar presente y colaborar. La carrera se ha desarrollado en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer en Monegros y para su organización, ha contado con el trabajo conjunto del Ayuntamiento de Sariñena y la Comarca de Los Monegros.
El triatleta Javier Coscolla, natural de la capital monegrina, ha sido el padrino de esta edición, cogiendo el testigo de otros destacados deportistas como Eliseo Martín, Carmela Capistrós, Sheila Herrero, Santiago Jaime o Javier Gazol. «Me produce un enorme orgullo y felicidad, por ser reconocido en mi pueblo y en especial, por poder contribuir con el fin solidario de esta prueba y además, poder ayudar a fomentar la importancia del deporte», ha señalado el monegrino, que ha conseguido ganarse un sitio en la Copa del Mundo Indoor de Liévin (Francia). En 2023, consiguió además acabar cuarto en categoría sub-23 en el Campeonato de España Duatlón y acabó decimosegundo en la general del Campeonato de España de Triatlón Sprint.
El joven, de 23 años, ha abogado por la importancia del deporte como aliado frente a la prevención de determinadas enfermedades y además, ha aplaudido la gran cantera que están consiguiendo hacer los diferentes clubs locales de natación, atletismo o ciclismo.
A través de las 873 inscripciones, los organizadores de la prueba han logrado recaudar 11.200 euros, a los que han sumado otros 1.000 euros con la venta de diferentes productos y la entrega de donativos. Todo el dinero irá destinado a respaldar los proyectos de investigación oncológica así como al mantenimiento y ampliación de los servicios dirigidos a enfermos y familias de la Asociación Española contra el Cáncer», ha subrayado una de las integrantes de su junta de trabajo, Elena Royo, que ha mostrado su «agradecimiento» a inscritos, patrocinadores, voluntarios e instituciones.
Aunque formando parte del abrazo colectivo a enfermos y familiares, y con el mismo fin de sumar a este objetivo solidario, muchas de las personas inscritas han corrido con un nombre propio en mente. Débora Barrieras y su hijo, Yannis, de Sariñena, lo han hecho pensado en su madre y abuela, respectivamente, que se encuentra en plena lucha contra el cáncer. «Hemos corrido pensando en ella», ha señalado la primera, destacando además el gran ambiente de una prueba que ha calificado de «necesaria».
Nataly Pasachova y su pareja, Ángel Puente, junto a su hijo, del mismo nombre, han estado entre las numerosas familias que han formado parte de la carrera, que, en opinión de la primera, cumple un papel fundamental: «visibilizar la enfermedad y evitar que la veamos como un monstruo, ya que somos muchos y muchas las que tenemos que convivir con ella». Y es que el matrimonio se ha colocado la camiseta amarilla pensando en la prima de Nataly, natural de Colombia, que está en plena lucha contra un cáncer de mama.
También han formado parte de la prueba Luis Miguel Giménez y su hija, Naya, que han recorrido el circuito más corto, disfrutando mucho de la experiencia. Para él, ha sido la oportunidad de reengancharse al deporte de la mano de su hija y además, sumar a una buena causa.
«Me ha gustado mucho el ambiente, ver a gente de diferentes edades y en especial, a un gran número de niños. Hasta me he emocionado», ha dicho Angelines Pisa, de Sariñena.
Al finalizar la prueba, ha habido un reconocimiento para los dos participantes de más edad, Pilar Anadón Belenguer y José Antonio Salvo, que nacieron el mismo día, el 3 de octubre de 1940, y para la más joven, Lucía Cadenas Royo, de tan solo siete meses de edad. En este último caso, ha participado junto a sus padres, Sonsoles y José María y su hermana, Paula, de 7 años. «Hemos querido sumarnos para colaborar y sumar, conscientes especialmente de la importancia de recaudar fondos para la investigación», ha dicho la madre de la pequeña, cuya hermana logró superar un cáncer de mama.
La charanga Los Barrumberos han aportado el toque musical a la jornada, que ha arrancado con una sesión conjunta de zumba. También ha habido muchas fotos en grupo, abrazos y sonrisas.
Durante el turno de intervenciones, el alcalde de Sariñena, Juan Escalzo, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y agradecer la implicación de inscritos, patrocinadores, instituciones, trabajadores municipales y voluntarios.
Por su parte, el presidente de la Comarca, Pedro Manuel Loscertales, ha agradecido la gran respuesta de la población. «Vuestra presencia aquí es testimonio de vuestro compromiso y solidaridad, y además, representa una luz de esperanza para aquellos que luchan contra el cáncer y sus familias», ha dicho. También ha mostrado su reconocimiento a la gran labor que desarrolla la Asociación Española Contra el Cáncer en Monegros y, entre otros aspectos, ha insistido en la importancia del trabajo conjunto y coordinado como la «mejor y única forma de avanzar en la prevención, tratamiento y cura».