Miguel Ángel Labrador ha vivido este jueves su estreno como mayoral del grupo de dance de la localidad de Valfarta, cogiendo el testigo dejado por su padre, Ángel Labrador, que falleció el pasado mes de mayo tras toda una vida vinculada a esta ancestral formación.
Ante la escasez de integrantes, ha tenido que coger los palos y danzar, renunciando a la habitual vara de mando. También su padre tuvo que hacerlo con gusto en más de una ocasión. Y es que al caer entre semana solo han podido formar tres cuadros. Para lograrlo, han recurrido a su hermana, Isabel, que llevaba sin danzar desde niña. «En mi casa, siempre hemos vivido con pasión esta tradición y conozco las mudanzas. Con algunas indicaciones, puedo seguir el ritmo», ha dicho, orgullosa de poder contribuir a mantener esta tradición. Para la ocasión, ha lucido el traje de su hija, que está estudiando fuera de la localidad y que regresará el fin de semana, al igual que muchos otros jóvenes, lo que permitirá desarrollar entonces la actuación central del dance.
Ángel Labrador transmitió a sus tres hijos su pasión por las tradiciones locales. De hecho, el tercero, José Luis, también ha formado parte de los tres cuadros que han subido en procesión hasta la ermita de San Miguel. Durante su ascenso, la formación ha interpretado tres pasacalles: ‘La Cardelina’, ‘Entre las ramas y las flores’ y ‘Hoy celebramos fiesta’ y después, dos mudanzas en el exterior del templo, justo después del rezo dedicado a San Miguel. Acompañando a los danzantes han estado dos experimentados gaiteros monegrinos, Martín Blecua y Leandro Cucalón.
«Para mí, San Miguel es el día más importante del año; es un orgullo estar aquí y mantener viva esta tradición», ha señalado el nuevo mayoral, que, siguiendo la tradición familiar y aprovechando su buena voz, ha tenido además un papel destacado en el Canto del Romance y del Rosario de la Aurora. «Mi padre nos inculcó su pasión y orgullo por cada una de estas tradiciones y para nosotros, es una satisfacción contribuir a su conservación», ha subrayado Labrador, que espera este verano poder transmitir el valor de este entramado festivo a un nuevo grupo de jóvenes aprendices.
Al volver de la ermita, ha tenido lugar la celebración de la misa en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Luz. Por la tarde, habrá además una merienda popular.
Los festejos se intensificarán de cara al fin de semana. Así, mañana, viernes, habrá sesión de baile con la orquesta Impakto, y al día siguiente, parque infantil, campeonato de guiñote y juegos para los más pequeños. La jornada incluirá una gran cena popular, con alrededor de 300 comensales, y doble sesión de baile con la orquesta Dolche.
El domingo tendrá lugar la misa por los cofrades difuntos en la ermita de San Miguel y después, con la llegada de los que están fuera, la actuación central del dance. Y, como colofón, a partir de las 17.00 horas, actuación del grupo de jotas de Roberto Ciria.