Las seis alumnas del colegio de San Lorenzo y su maestra, Ascensión Miranda.
Los escolares monegrinos han vuelto este jueves a las aulas. Ha sido una jornada de nervios y alegría, donde han predominado los reencuentros y abrazos. Algunas localidades han logrado incrementar el número de alumnos y otras siguen luchando por la supervivencia de sus centros, entre ellas, hay tres que se mantienen con tan solo seis alumnos: San Lorenzo del Flumen, Montesusín y Pallaruelo de Monegros.
Jimena, Eva, Patri, Andrea, Miriam y Luján forman el alumnado de San Lorenzo del Flumen. El centro está integrado en el Colegio Rural Agrupado (CRA) Monegros Hoya, que tiene su sede en Lalueza, y por primera vez, es unitario, es decir, tiene una única aula. El curso anterior eran dos.
«Siempre es triste perder un aula. Aquí tenemos un centro amplio y equipado, que se reformó de forma reciente y que tiene capacidad para un mayor número de alumnos», describe su maestra, Ascensión Miranda.
Los centros unitarios presentan eso sí importantes ventajas. Y el primer día ha sido ya una demostración. Las seis alumnas viven en el mismo pueblo y por lo tanto, cultivan sus lazos de amistad a lo largo de todo el año, lo que les permite ser un grupo unido y consolidado.
Al tener diferentes edades, de los 7 a los 11 años, «las más pequeñas aprenden de las mayores y además, tienen la posibilidad de adecuar su aprendizaje a su nivel de madurez, comprendiendo y asimilando conceptos avanzados para su edad», explica Miranda. La docente también destaca el trato «personal y cercano» con las familias así como la posibilidad de «salirte del libro y desarrollar diferentes dinámicas».
Los centros rurales también aprovechan al máximo los recursos de su entorno. «Al encontrarnos en un pueblo, y trabajar con grupos reducidos, podemos salir y conversar con los vecinos, acercarnos a un espacio natural o al final del curso, disfrutar de un día en la piscina», señala Miranda.
También es cierto -reconoce- que el grupo te viene hecho y por lo tanto, el alumno tiene la obligación de encajar y adaptarse, sin más opciones, y que existen juegos o dinámicas que funcionan mejor con grupos más amplios. Para ello, apuestan por organizar jornadas de convivencia con el resto de las aulas del CRA Monegros-Hoya, que están situadas en Curbe, Lalueza, Sesa y Sodeto.
Precisamente, aunque fuera de Los Monegros, Sesa sigue siendo un ejemplo de supervivencia. Después de varios años a la baja, el colegio suma ahora ocho alumnos, gracias al esfuerzo conjunto y la decidida apuesta del consistorio. De hecho, han acondicionado varias viviendas que ofrecen a bajo coste a familias con niños en edad escolar.
El mismo ejemplo está en Pallaruelo de Monegros, donde responsables políticos y vecinos llevan varios años luchando juntos para mantener abierto su centro escolar. Y lo están consiguiendo. Tras la llegada de dos nuevas familias, este curso suman seis alumnos.
Imagen del inicio del curso en la localidad de Peñalba, donde estrenarán este año servicio de comedor en frío.
Más alumnos y nuevos servicios
Por suerte, hay otras localidades monegrinas que han visto crecer el número de matrículas. Por ejemplo, Tardienta ha habilitado una nueva aula de Infantil; Lanaja también ha realizado un nuevo desdoble en su sede y Villanueva de Sijena ha pasado de 10 a 15 escolares.
Peñalba es otro de los centros con un ligero ascenso de las matriculaciones. En total, tiene 51 escolares. Sus aulas forman parte del CRA Montesnegros, donde se incluye Castejón de Monegros (13 alumnos) y Candasnos (19). El curso ha comenzado con ilusión, buenas expectativas y novedades. De hecho, Peñalba ofrecerá un servicio de comedor en frío, que ha sido impulsado por el Ayuntamiento y la Amypa, con la colaboración del propio centro educativo. Tendrá lugar en el pabellón anexo.
Por otro lado, los alumnos del colegio de Grañén, que suma 130 escolares, han estrenado mobiliario. El centro es uno de los más numerosos de la comarca, junto a los de Sariñena y Bujaraloz.
La principal demanda de los colegios ha estado en la falta de la incorporación de las auxiliares de Educación Especial. El problema es generalizado en la provincia de Huesca, donde quedan 25 plazas por cubrir. Para solventarlo, habrá un tercer llamamiento. En Sariñena, también resta la incorporación de una enfermera, que está concedida, pero que no ha llegado y además, el centro, que suma 330 alumnos, se ha encontrado con otros problemas de última hora, entre ellos, la falta de conexión a internet.
